Aventuras de un dominguero: CAMINO DE SANTIAGO

jueves, 29 de mayo de 2014

CAMINO DE SANTIAGO | Melide - O Pedrouzo

O Pedrouzo, a tan solo 20 kilómetros de nuestra meta, en Santiago de Compostela, sería nuestra última parada en el Camino. Para ello afrontamos otro día duro, puesto que entre Melide y O Pedrouzo recorrimos cerca de 35 kilómetros, a través de un terreno de esos que llaman "rompepiernas", con un perfil quebrado en el que se sucedían continuas subidas y bajadas.

Pero el ver tan cerca nuestro destino, hizo que caminásemos con energías renovadas, pensando en lo cerca que estábamos de contemplar, por fin, la catedral de Santiago.

Como en días anteriores, salimos al amanecer. Para nuestra sorpresa otra vez prácticamente en solitario, y esta vez sin excusas, ya que partíamos de uno de los pueblos más grandes del Camino a su paso por Galicia. Es abismal la diferencia que hay entre hacer el Camino en Mayo y hacerlo en Agosto, como la última vez que lo hice, en Mayo hay gente, me imagino que durante todo el año la haya, pero en esta zona, tan próxima a Santiago, en Agosto parecía una autentica romería, mientras que en esta ocasión caminamos muchos kilómetros en solitario. Depende del gusto de cada uno, pero yo lo prefiero así, menos masificado...

Esta parte del Camino, al igual que la que el día anterior llegaba hasta Melide, es muy bonita, a través de un camino que trascurre entre bonitos bosques de robles y eucaliptos.

Como en días anteriores, hicimos un desayuno fuerte y posteriormente un almuerzo a medio camino, alargando la hora de la comida hasta llegar a nuestro destino. En esta ocasión el almuerzo lo hicimos en Arzúa, tierra de quesos, y último pueblo más o menos grande antes de llegar a Santiago. Arzúa está a unos 14 kilómetros de Melide.

Si hasta Arzúa el camino se nos hizo corto y ameno, desde allí fue mucho más tortuoso, aunque el Camino al llegar a O Pedrouzo se vuelve a internar en el bosque, la mayor parte trascurre fuera de él, bajo un calor que ya comenzaba a ser demasiado pesado para nuestros cuerpos, todavía acostumbrados al frío del invierno.

A mitad de camino entre Arzúa y O Pedrouzo, a unos 25 kilómetros de Santiago, se encuentra uno de esos lugares que hacen que el Camino de Santiago sea una ruta diferente: A Casa Verde. Yo lo descubrí por casualidad, ya que entraba solamente a comprar una botella de agua, que nos refrescase un poco antes de afrontar los últimos kilómetros de la etapa... y acabe bebiendo varios chupitos, mientras brindaba con camareros y peregrinos de diferentes nacionalidades... desafortunadamente, Frida había seguido caminando y no pude detenerme lo suficiente como para descubrir toda la magia del local, cuyas paredes y techos estaban decorados con las firmas de miles de peregrinos, que habían dejado así su impronta en un local, que a mi modo de ver es uno de los "monumentos" a visitar en el Camino.

Tras este pequeño y reconfortante parón, seguimos nuestro camino, llegando a O Pedrouzo con las fuerzas justas, lamentándonos quizá de haber alargado mucho la etapa, sin haber parado antes a reponer nuestras fuerzas... pero con la satisfacción de que ya estábamos muy cerca de nuestro objetivo, tan solo 20 kilómetros nos separaban de Santiago de Compostela.

En O Pedrouzo, última parada para la mayoría de los peregrinos que hacemos el Camino a pie, nos alojamos en la Pensión Pedrouzo (30€/HD), una pensión recién reformada, donde pasamos nuestra última noche en el Camino.

Aprovechamos el buen tiempo que nos acompañó durante todo el Camino, para reponer líquidos de terraza en terraza, mientras hacíamos cálculos sobre a que hora llegaríamos al día siguiente a Santiago....

De nuevo una etapa larga, de casi 35 kilómetros, en la que volvimos a exprimir demasiado nuestros cuerpos. Teníamos que hacerlo así, ya que no contábamos con más días, pero creo que el Camino se disfruta más con etapas un poco más cortas...