Siempre es un placer caminar por el Parque Natural de la Sierra de los Ancares, uno de esos lugares donde aún se conserva esa naturaleza virgen, digna de perderse en ella y descubrir sus cumbres, bosques y pastizales, donde hombre y naturaleza conviven manteniendo costumbres milenarias, aislados de los cambios de estos tiempos modernos.
En esta ocasión, remontamos el río Burbia, desde el pueblo que le da nombre, hasta su nacimiento en las Lagunas de Villouso o Lagos de Burbia, acompañados en nuestro caminar por numerosos riachuelos, fuentes y cascadas, en una ruta en la que el agua es clara protagonista, con permiso del frondoso robledal que emerge junto al arroyo de Villouso, que en esta época otoñal, luce unas tonalidades realmente hermosas.