XXXIV San Silvestre Berciana

"21 uvas... y media", así se denominó este año la tradicional San Silvestre Berciana, que cumple ya la nada despreciable cifra de treinta y cuatro ediciones. 

Este año la prueba se celebró en horario matinal. Cuando sonó el despertador por la mañana, poco tiempo después de habernos acostado, tras un "calentamiento" para la carrera a base de copas y baile hasta altas horas de la madrugada (como es menester en estas fechas), la idea de una carrera en horario de mañana no me pareció la más adecuada. Pero según fue pasando el tiempo y la cabeza iba volviendo a su sitio, no me pareció tan mal horario. Al finalizar la carrera quedó el tiempo suficiente para reponer fuerzas en una buena ronda con los colegas.

Hay carreras que tienen un encanto especial, la San Silvestre es, sin duda, una de ellas. Presta un montón participar por el ambiente festivo y popular que la rodea, donde los tiempos y el circuito son lo de menos, pasando a primer plano el colorido, los disfraces y las ganas de pasarlo bien. En esta ocasión la carrera consistió en un trazado de algo más de 5 kilómetros por las principales calles del centro de la ciudad, algunas de las cuales estaban plagadas de gente, viendo a los corredores tan peculiares que conformábamos la carrera: papa noeles, superheroes, arboles de navidad, etc... Y una vez en la meta, uno de los momentos más esperados por muchos: ¡el sorteo de regalos! Donde casi es más difícil que, como en mi caso, no te toque nada, a irte para casa con un premio por haber participado.

Esta carrera pone fin al 2012. 
Desde este blog, aprovecho para desearos un gran 2013 a todos! ;)