En El Bierzo hay muchos lugares que solo conozco por fotos y que, poco a poco, espero ir conociendo "in situ". Uno de esos lugares era el Convento Cabeza de Alba, en las inmediaciones de Toral de los Vados. Ya había intentando llegar hasta allí en más ocasiones, pero al final, pese a que es muy fácil llegar, siempre había acabado por coger otros caminos, así que en esta ocasión no lo dudé y nos bajamos un track de Internet, en este caso el de una ruta llamada "La Ruta del Peruchín", en la que además del mencionado convento pasaríamos junto a uno de los árboles singulares de Castilla y León: La centenaria encina de Otero "El Xardón del Peruchín".
La ruta la comenzamos en Toral de los Vados, entre el frío y la niebla, tan característica por esta zona en esta época del año. En nuestros pensamientos más optimistas cabía la posibilidad de que al ir ganando altura, dejásemos la niebla a nuestros pies, disfrutando así del Sol de Invierno y de esa bonita imagen que deja la niebla cuando la ves desde arriba, como si fuese un mar de algodón. Pero esos pensamientos no llegaron en ningún momento a hacerse realidad, por lo que desgraciadamente hicimos toda la ruta con una niebla, que por momentos se cerraba considerablemente, desluciendo así en parte los parajes por los que transitamos.
Así, sin ver nada más que el camino, nos pusimos rumbo al convento, cruzando el Río Burbia a través del "Puente Remacha", unos cientos de metros río arriba, tras cruzar el puente cogimos el camino de la derecha, marcado como: "Ruta Toral de los Vados - Corullón", que al principio continua paralelo al río, pero al poco tiempo comienza a ascender. Dejamos atrás el sonido del río y nos adentramos cada vez más en una montaña en la que no disfrutábamos de las vistas. Tras unos dos kilómetros de subida, no demasiado dura, pero si constante, llegamos hasta lo que se conserva del convento.
Convento Cabeza de Alba |
Convento Cabeza de Alba |
Convento Cabeza de Alba |
El convento, por lo que he podido leer por Internet, fue construido en el siglo XV y aunque no está claro su origen parece que siempre fue un convento franciscano, al menos hasta la desamortización de Mendizabal en 1.834, momento en que pasó a manos particulares. Aunque a día de hoy su estado es bastante ruinoso, creo que el edificio principal sigue habitado, en algún lugar he leído que los dueños no tienen ningún inconveniente en enseñarte el convento por dentro si así se lo pides, pero en nuestro caso nos conformamos con verlo desde fuera, hacernos una pequeña reflexión sobre cuanto patrimonio estará perdido entre la maleza en estado ruinoso sin que nadie haga nada por conservarlo, y acto seguido, continuar con nuestra ruta.
El convento está prácticamente en el alto, por lo que una vez que lo dejamos atrás, el camino desciende, adentrándose en una zona de viñedos. Tras este pequeño descenso, cruzamos el valle y volvemos a subir ligeramente, escuchando de nuevo el río al dar la vuelta a la montaña, aunque tan abajo que la niebla no nos permite distinguirlo. Si no me equivoco en esos momentos deberíamos estar caminando bajo el mirador de Corullón, en un día con buenas condiciones, las vistas de todo el valle del Bierzo deben hacer esta ruta mucho más bonita... Al llegar a Corullón, seguimos por la carretera hasta Horta, en lo que fue el único tramo de asfalto del día. Justo antes de llegar a Horta hay un cartel que nos vuelve a enviar por un camino, junto al Río Burbia, esta vez por el margen izquierdo, ya que habíamos cruzado el río previamente, mientras bajábamos por la carretera.
Embalse del Pelgo |
El camino, siempre junto al río, pronto comienza a ascender de nuevo, dejando cada vez más abajo el embalse que forma la Presa del Pelgo, cuyo salto debe ser uno de los más fotografiados de El Bierzo, hasta llegar al pueblo de Otero, donde se encuentra uno de los árboles singulares de Castilla y León: "El Xardón del Peruchín", una encina de 20 metros de altura, con un perímetro de tronco de 8 metros, a la que le estiman una edad superior a los 500 años.
Xardón del Peruchín |
Desde Otero, ya solo quedó un placido descenso entre pinares y viñedos hasta volver de nuevo a Toral, eso si, siempre acompañados de la niebla, que no nos abandonó en ningún momento.
Bonita e interesante ruta, que tocará repetir en un día soleado, para poder disfrutar de los parajes por los que trascurre.
Este es el track de la ruta en Wikiloc: http://es.wikiloc.com/wikiloc/view.do?id=3767950 (Aprox. 15 km.)
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