jueves, 12 de junio de 2014

XIX Travesía Integral de los Montes Aquilianos (2014)

Otro año más, y ya van unos cuantos... me levanté a las 5 de la mañana, dispuesto a recorrer los algo más de 60 kilómetros de la "ruta A" de la Travesia Integral de los Montes Aquilianos, preparado para sufrir y disfrutar al mismo tiempo... 

A diferencia de años anteriores, en esta ocasión no serían mis amigos los que me acompañasen en mi caminar por el Valle del Silencio o la cima de Silla de la Yegua, sino Frida, mi pareja, a quien sorprendentemente había conseguido animar a realizar conmigo un reto como este, en el que a los 61 kilómetros de prueba, hay que sumarle más de 6.000 metros de desnivel, algo que no está al alcance de todo el mundo....

Sería injusto decir que no habíamos entrenado durante el año, pero entre el mal tiempo, la acumulación de trabajo y, por que no decirlo, la falta de fuerza de voluntad... no habíamos entrenado lo suficiente o, al menos, no lo que me a mí me hubiese gustado entrenar para afrontar la prueba con garantías. No obstante, nos presentamos en la salida con la mayor de las ilusiones, dispuestos a afrontar este desafío, sin miedo a esas cumbres que tan lejanas se veían desde Ponferrada.

SALIDA | Plaza del Ayuntamiento, Ponferrada 6:02
La primera parte de la prueba, por las calles de la ciudad, hasta llegar al Puente Boeza, la hicimos con el resto de nuestros amigos, animándonos unos a otros y deseándonos mutuamente la mejor de las suertes. Ellos, en esta ocasión, se iban por la "ruta B", por lo que pronto nos despedimos, ya que nosotros tendríamos que forzar un poco en esta primera parte de la prueba, para luego despreocuparnos del cierre de control, tanto en Silla de la Yegua, como en Ferradillo.

Los primeros kilómetros, una vez pasado Otero, corriendo ya por las pistas del Monte Pajariel, todavía con la frescura que nos otorgaba el acabar de salir, bajo la luz del amanecer, para mí son uno de los mejores momentos de la prueba. 

Amanecer | Vistas desde el Monte Pajariel 6:29
Amanecer | Vistas desde el Monte Pajariel 6:34
En esos momentos el grupo todavía es compacto y nuestro caminar siempre estaba acompañado de gente.

Monte Pajariel 6:34
Bajando el Monte Pajariel 6:51
El primer contacto con el río Oza, junto al que transitaríamos en varias ocasiones, hasta llegar a Peñalba, lo tuvimos al poco de cruzar el Monte Pajariel, siguiendo su cauce por una pista que trascurre por el valle de Valdueza, hasta llegar al primer avituallamiento, situado en el kilómetro diez, junto al pueblo de Villanueva de Valdueza

Pistas tras el Monte Pajariel 7:11
Cruzando un afluente del Oza, rumbo a Villanueva 7:22
KM. 10 | Avituallamiento Villanueva de Valdueza 7:33
Tras el avituallamiento afrontamos la primera subida de entidad del día: el Alto de la Pandilla. Probablemente pocos valoren esta cuesta, pero si en lugar de doscientos metros midiese un kilómetro muchas de las opciones de victoria en la prueba podrían jugarse en este repecho.

Una vez arriba, en uno de los pocos momentos claros del día, nos deleitamos con las vistas hacia los dos valles, primero hacia el valle que acabábamos de dejar atrás, con Villanueva de Valdueza al fondo, bajo las faldas de la Aquiana, y luego hacia el nuevo valle que se abría ante nosotros, ya con las cumbres nevadas de Silla de la Yegua y Pico Tuerto en el horizonte.

Villanueva de Valdueza, visto desde el Alto de la Pandilla 7:47
Subiendo al Alto de la Pandilla 7:47
Montes Aquilianos, vistos desde el Alto de la Pandilla 7:50
Un rápido descenso hasta Valdefrancos, justo cuando cumplíamos las dos horas de carrera, nos dejó de nuevo junto al río Oza, al que acompañaríamos a través de una bonita senda hasta llegar a San Clemente de Valdueza.

Valdefrancos 8:03
Valdefrancos 8:03
Valdefrancos 8:04
Senda entre Valdefrancos y San Clemente 8:14
Al poco de pasar San Clemente, cogimos el antiguo camino que sube a Montes de Valdueza, avisando a nuestras piernas, en la subida a La Ramosa, de lo que se iban a encontrar a lo largo del día... 

Subiendo La Ramosa 8:39
Una vez superada La Ramosa la senda que nos lleva hasta Montes, desde la que ya veíamos las siluetas de los primeros corredores, que a esas alturas ya estarían coronando Silla de la Yegua, es otro de esos lugares por los que merece la pena correr esta prueba. Esa imagen del Valle del Silencio, bajo los Montes Aquilianos, creo que es una de las más bonitas que se pueden ver en el Bierzo.

Vistas hacia los Montes Aquilianos 8:51
Camino a Montes de Valdueza 9:04
A Montes de Valdueza, kilómetro veinte y segundo avituallamiento del día, llegamos cerca de las 9:20, más o menos en el tiempo que nos habíamos previsto, confirmando que, al menos hasta ese momento la prueba, se nos estaba dando lo suficientemente bien como para que si aguantábamos ese ritmo, pudiésemos terminarla sin problemas.

KM. 20 | Avituallamiento Montes de Valdueza 9:20
En Montes de Valdueza se dividen los dos recorridos, por lo que allí nos despedimos de Curro, quien nos había acompañado desde Ponferrada, y de Rober, al que nos habíamos encontrado en el avituallamiento, puesto que ambos seguían su camino por la "ruta B", mientras que nosotros seguiríamos nuestro rumbo, junto a la fachada del monasterio benedictino de San Pedro de Montes, en dirección a nuestra siguiente parada: Peñalba de Santiago.

En Montes podríamos decir que comienza de verdad la prueba, atrás quedan subidas como la de Otero, la Pandilla o la Ramosa, simples tachuelas comparadas con lo que nos quedaba por delante...

El Carballal, visto desde Montes de Valdueza 9:45
Antes de afrontar El Carballal, primer escollo verdaderamente duro del día, cruzamos el arroyo que baja de Pico Tuerto, en una zona conocida como "Las Furnias", de nuevo, un lugar al que merece la pena acercarse alguna vez...

Arroyo de Pico Tuerto, en las Furnias 9:50
El Carballal, paso entre Montes y Peñalba, a 1.300 metros de altitud, no es el ascenso más duro de la prueba, ni mucho menos, pero ya coloca a cada uno en su sitio, subiendo por aquí es donde te empiezas a dar cuenta de como estas y de como debes afrontar lo que resta de prueba... si sufres aquí, es mejor que des la vuelta o que lo dejes en Peñalba, ya que lo que viene luego acabará de rematarte. Afortunadamente, nosotros lo subimos bien, sin alardes, pero a un ritmo constante... sorprendiéndome Frida cada vez más, no era la primera vez que subíamos por allí, pero si la primera en la que sus piernas llevaban más de veinte kilómetros encima. En esos momentos comenzamos a ver más cerca la meta en Ponferrada...

Subiendo El Carballal 9:53
Subiendo El Carballal 9:53
Subiendo El Carballal 10:00
Subiendo El Carballal 10:00
Subiendo El Carballal 10:07
Cima de El Carballal 10:11
Coronado ya el Carballal, y tras más de cuatro horas de carrera, obtuvimos unas preciosas vistas sobre Peñalba, un pueblo que a mí me tiene enamorado, y sobre la que sería nuestra próxima subida, la dura ascensión a Silla de la Yegua.

Bajando hacia Peñalba 10:11
Valle del Silencio, con el perfil de la subida a Silla de la Yegua 10:18
El descenso hasta Peñalba, sumergiéndonos de lleno en el Valle del Silencio, lo hicimos con una energía con la que yo no contaba al salir de Ponferrada, quizá el sonido del río, la paz que emanan esos caminos, vestigios de otros tiempos en los que los monjes poblaban el valle, el cantar de los pájaros, no se... el caso es que llegamos a Peñalba aproximadamente una hora y cuarto después de dejar Montes, una marca sumamente buena para el tiempo de ruta que nos planteábamos en un inicio.

Descenso a Peñalba 10:18
Valle del Silencio 10:18
Peñalba de Santiago, kilómetro veintiséis y tercer avituallamiento de la carrera, es una de esas joyas que tenemos en El Bierzo... ¡es una pena que en la prueba no se pase con el sosiego suficiente como para disfrutarla!

Peñalba 10:44
Peñalba 10:45
En Peñalba descansamos unos minutos, mientras nos concienciábamos ante el tremendo desafío que se nos venía encima, la dura subida a Silla de la Yegua, en la que en apenas cuatro kilómetros deberíamos salvar los más de mil metros de desnivel que nos separaban de su cima.

Vistas hacia el Valle del Silencio 10:55
Comienzo de la ascensión a Silla de la Yegua 10:59
La ascensión a Silla de la Yegua es una de las subidas más duras que conozco, por lo que la afrontamos con calma, subiendo despacio y sin forzar demasiado, ya que cualquier esfuerzo de más, lo pagaríamos en lo que nos quedaba de travesía. Aún así, la primera parte la hicimos bastante bien, cómodos dentro de lo que cabe y a un ritmo bastante bueno.

Ascenso a Silla de la Yegua 11:20
Ascenso a Silla de la Yegua 11:20
Ascenso a Silla de la Yegua 11:32
Ascenso a Silla de la Yegua 11:32
Ascenso a Silla de la Yegua 11:42
Ascenso a Silla de la Yegua 11:42
Ascenso a Silla de la Yegua 11:49
La primera parte de la subida es la más dura, al menos en lo que a desnivel se refiere, por lo que cuando llegamos a unas rocas que marcan más o menos la mitad de la subida no dudamos en parar, descansar un poco y reponer líquidos y alimentos, ya que el esfuerzo comenzaba a pasar factura...


A mitad de subida... 11:55
Si la primera parte del ascenso es fundamentalmente física, en lo que nos quedaba hasta la cima iba a jugar la cabeza... ésta es una subida que se hace eterna, en la que no ves la cima hasta que llegas a ella, y en la que la cabeza puede jugar malas pasadas, aparte de estar bien de físico, hay que ser fuerte mentalmente a la hora de afrontarla.


Ascenso a Silla de la Yegua 11:56
Ascenso a Silla de la Yegua 12:06
Ascenso a Silla de la Yegua 12:06
Vistas desde el ascenso a Silla de la Yegua 12:32
Ascenso a Silla de la Yegua 12:32
Ascenso a Silla de la Yegua 12:32
Cuando superamos la barrera de los dos mil metros de altitud, mientras nuestro caminar trascurría junto a unos neveros que pocas veces había visto yo con tal cantidad de nieve a día siete de junio, comenzó a soplar un viento huracanado, que nos hizo aún más difícil el avanzar, a la vez que nos redujo la sensación térmica varios grados de temperatura... por momentos el frío fue tan intenso que tuvimos miedo de congelarnos, sobre todo las manos y la cara que eran las que más sufrían las duras condiciones climatológicas que estábamos afrontando.


Ascenso a Silla de la Yegua 12:35
Hicimos cumbre, a 2.142 metros de altura, en un buen tiempo, tras haber invertido unas dos horas en recorrer los cuatro kilómetros que separa la cima de Silla de la Yegua de Peñalba, con una hora de margen sobre el cierre de control. En cambio, llegamos totalmente congelados, el frío nos estaba haciendo mella, sobre todo a Frida, que llegó a la cima llorando ante el dolor que le suponía llevar las manos prácticamente congeladas. Fue, sin duda, el momento más duro de la prueba, encima, el avituallamiento que hay en la cima no es precisamente el mejor lugar donde entrar en calor. Por lo que nos dijeron, en aquel momento teníamos -1ºC de temperatura, pero el aire provocaba que la sensación fuese bastante inferior.


Silla de la Yegua (2.142 metros) 13:05
Silla de la Yegua (2.142 metros) 13:05
Nos abrazamos buscando calentarnos mutuamente, mientras buscábamos el amparo de una de las paredes de las casetas que hay en la cima, entretanto barajábamos si retirarnos o seguir sufriendo al avanzar por el cordal, en el que no tendríamos ninguna tregua hasta llegar a la Aquiana. Decidimos intentarlo, aún a sabiendas de que una vez dejásemos Silla de la Yegua, ya no cabría la posibilidad de volver atrás... Gran parte de esta decisión de seguir se la debemos al dorsal 110, Antonio Miguel Fra López, quien en un acto de generosidad le cedió sus guantes a Frida, de no haber sido así probablemente nuestra aventura hubiese acabado en Silla de la Yegua. ¡Gracias! ¡Muchísimas gracias!

El pequeño descanso que nos habíamos tomado en Silla de la Yegua, hizo que afrontásemos el descenso con ganas, pero justo cuando empezábamos a subir el siguiente puerto, Berdianinas, comenzó a llover, parecía que si algo podía ser peor, lo sería... ahí volvimos a pensar en dar la vuelta y dejarlo. El aire apenas nos permitía avanzar, unido a que ahora venia acompañado de una lluvia que en breve nos haría morirnos de frío, no se como convencí a Frida para seguir, pero valoro su fuerza mental en ese momento tan difícil, en el que lo más fácil habría sido rendirse.


Silla de la Yegua, vista desde la subida a Berdianinas 13:24
Junto a la cima de Berdianinas, a 2.116 metros de altitud, pasamos protegiéndonos del viento y de la lluvia como buenamente podíamos, pisando nieve por primera vez en la prueba y todavía no demasiado convencidos de si seguir había sido la mejor opción, puesto que parecía que el tiempo no nos iba a dar tregua.


Vistas desde la cima de Berdianinas 13:24
Vistas desde la cima de Berdianinas 13:24
Pero cuando descendíamos de Berdianinas, rumbo a Pico Tuerto, dejó de llover, incluso en algún momento salió el Sol, sin embargo el viento seguía soplando con fuerza, por lo que no disfrutamos de nuestro caminar por el cordal todo lo que hubiésemos querido.


Caminando hacia Pico Tuerto 13:35
Cruz Mayor (2.024 metros) visto desde el cordal de los montes aquilianos 13:45
Caminando hacia Pico Tuerto 13:45
Llegando a Pico Tuerto 13:55
Coronamos Pico Tuerto, a 2.051 metros de altitud, cuando se cumplían ocho horas de ruta, bajo el mismo aire que no había dejado de soplar con violencia desde que salimos de Silla de la Yegua, conscientes de que a partir de ese momento íbamos a ir perdiendo altura, por lo que aunque seguiríamos sufriendo la incomodidad que nos producía el fuerte viento, al menos iríamos ganando temperatura... ¡lo peor ya había pasado!


Silla de la Yegua y Berdianinas, desde la subida a Pico Tuerto 13:55
Pico Tuerto (2.051 metros) 13:59
Mientras seguíamos nuestro camino hasta la Aquiana el tiempo nos dio una pequeña tregua, el aire seguía sin cesar, pero al menos se abrió un claro y el poco Sol que nos acompañó hasta la Aquiana nos ayudó a entrar en calor. Pasamos por allí en el momento justo, ya que mientras nosotros avanzábamos hacia la Aquiana, en Pico Tuerto comenzó a granizar... los que pasaron detrás nuestro debieron vivir un autentico tormento mientras transitaban por allí.


Bajando Pico Tuerto 14:08
Yendo hacia la Aquiana 14:41
Las ganas de coronar la Aquiana y comenzar así nuestro caminar por la otra cara del monte, protegiéndonos de esta forma del viento, hicieron que subiésemos el cortafuegos que nos llevaba a la cima, probablemente uno de los ascensos más duros de la prueba, casi sin darnos cuenta, alcanzando la cima de la Aquiana, a 1.846 metros de altitud y último escollo importante de la travesía, cerca de las tres de la tarde, convencidos de que lo más duro ya había pasado y que salvo desfallecimiento a última hora ya nada nos impediría concluir nuestra aventura.


Cima de la Aquiana (1.846 metros): Caseta forestal, avituallamiento y ermita 15:06
Echando la vista atrás... Silla, Berdianinas y Pico Tuerto, vistos desde la Aquiana 15:07
Vistas desde la Aquiana 15:07
Vistas desde la Aquiana 15:17
Bajamos de la Aquiana por un cortafuegos, mientras gozábamos de las vistas que en esos momentos teníamos de todo el valle del Bierzo, disfrutando por fin de un momento de relax, tras haber dejado atrás el intenso viento que nos amargó durante nuestro caminar por la zona más alta de la prueba.


Vista hacia la Aquiana 15:29
Tras el descenso por el cortafuegos, cogimos una pista rodeada de pinos, en la que caminamos sobre verde, por lo que nuestros pies pudieron "respirar" un poco tras el tute al que los habíamos sometido por el cordal.


Bajando hacia Ferradillo 15:38
Esta pista nos llevó hasta el Campo de las Danzas, un lugar de ritos y misterios, al que todos subimos alguna vez de pequeños, donde conectamos con el recorrido de la "ruta B", cada vez más cerca ya de Ferradillo.


Campo de las Danzas 15:59
Camino a Ferradillo 16:08
Antes de llegar a Ferradillo, afrontamos la única novedad de esta edición, una nueva senda entre árboles que sustituía al tradicional pedregal por el que se bajaba en otras ocasiones. Para mí, como cada cambio que introduce esta travesía desde que la conozco, esta modificación del recorrido es un acierto, evitando un descenso que a mucha gente se le hacía incómodo y dotando a la travesía de más kilómetros de senda, por las que siempre es un placer correr y/o caminar.


Comienzo de la senda que baja a Ferradillo 16:23
Senda que baja a Ferradillo 16:26
Senda que baja a Ferradillo 16:31
A Ferradillo, aproximadamente kilómetro 44 de carrera, llegamos al poco de pasar las cuatro y media, tras más de 11 horas de carrera, con el tiempo suficiente para descansar, reponer líquidos y comer sin prisa, conscientes de que habíamos pasado ya la parte más dura de la prueba y que tan sólo nos quedaba dejarnos llevar hasta la meta en Ponferrada. 


Ferradillo 16:35 | Foto cogida del álbum Aquilianos 2014 Ferradillo de Rob Lob.
Ferradillo, uno de los últimos reductos republicanos del Bierzo, es un sitio que siempre me ha fascinado, bajo las peñas que dan nombre al pueblo y rodeado de verdes zonas de pasto, es un lugar idílico, uno de esos sitios a los que intento acudir siempre que puedo, y disfrutar de la tranquilidad del valle...


Vistas desde Ferradillo 16:54
Las auténticas pobladoras del valle... 16:58
Peñas de Ferradillo 17:00
Abandonamos el pueblo por un camino que bordea el valle, antes de afrontar el descenso a Rimor a través de la "Senda de Yuma". Probablemente la mayoría de la gente que hace Aquilianos, cree que va a sufrir en las subidas, subestimando esta pronunciada bajada, en la que de llegar tocado físicamente se puede sufrir mucho... Nosotros físicamente la afrontamos bastante enteros, pero ella comenzaba a notar la fatiga acumulada tras tantas horas de ruta, por lo que bajamos el ritmo y afrontamos con más tranquilidad la parte final de la prueba.


Senda de Yuma 17:06
Senda de Yuma | Foto cogida del álbum INTEGRAL MONTES AQUILIANOS 07062014 de Mercedes Alvarez
Pista llegando a Rimor  18:07
El descenso a Rimor se hizo duro, el esfuerzo que habíamos hecho a lo lardo del día nos estaba pasando factura, por lo que cuando llegamos a Rimor, kilómetro 51, intentamos no parar mucho en el avituallamiento, conscientes de que en el momento que le diésemos un poco de tregua al cuerpo, probablemente éste ya no volvería a responder.

Los 10 últimos kilómetros, entre Rimor y Ponferrada, se nos hicieron eternos, la fatiga comenzaba a ser una dura carga, muy difícil de mover.


Rimor 18:30
Rimor 18:31
Pasamos por Toral de Merayo cerca de las siete, sin miedo al cierre de control en meta ya que aún disponíamos de dos horas para esos últimos 5 kilómetros, pero sabiendo que tal como íbamos en esos momentos, los escasos kilómetros que nos quedaban, para nosotros iban a ser un mundo.

Subimos el último repecho, sin contar con el que nos quedaba luego a las faldas del castillo, con las pocas fuerzas que aún nos quedaban, divisando ya Ponferrada justo antes de desviarnos por la "Senda de la Lola", un terreno rompepiernas a través del cual llegamos hasta casi el paseo del río en Ponferrada, pero por el que acabamos de machacar los maltrechos músculos de nuestras piernas.


Última subida, al Monte Pajariel 19:09
Desvío hacia "la Lola" 19:20
Senda de la Lola 19:37
Cruzamos la pasarela sobre el río Sil sonrientes, sabiendo que tras todo el sacrificio vivido, ya nada nos impediría llegar a la Plaza del Ayuntamiento. Un último esfuerzo, esta vez si, en la subida del castillo, nos dejó en la calle del reloj, a unos pocos metros de la meta...

Ponferrada 20:14
Ponferrada, cuesta junto al castillo 20:18
Ponferrada, calle del Reloj 20:22
Esos últimos metros, por la calle del reloj siempre son especiales, a esa hora las terrazas están siempre llenas de gente, unos te miran con asombro y sin saber muy bien de donde vienes, pero la mayoría aplauden. Entre aplausos, nos aproximamos cada vez más a nuestro objetivo... en esos momentos por nuestras cabezas pasaban todos los momentos vividos en la prueba, los buenos, los malos y todo el esfuerzo que había significado, sobre todo para Frida, llegar hasta aquí. 

A mitad de la calle nos encontramos con su padre, mientras su madre nos estaba esperando, cámara en mano, en la meta. Al entrar en la plaza también vimos a los míos y así, entre los aplausos de nuestros padres, de toda la gente de la organización y de la mayoría de la gente que estaba en la plaza, tras 14 horas y 21 minutos de carrera, visiblemente emocionados cruzamos la meta de la XIX Travesía Integral de los Montes Aquilianos. 


Meta 20:24 | Foto cogida del álbum Aquilianos 2014 Ferradillo de Rob Lob.
Fue un momento tremendamente emotivo para mí, Aquilianos es una carrera a la que ya de por si le guardo un cariño especial, pero el haber podido hacerla con Frida, y haber cruzado juntos la meta, siendo consciente del esfuerzo que a ella le había supuesto llegar hasta allí, en lo que fue una autentica proeza por su parte, demostrando una gran fuerza tanto física como mental, hizo que entrase con los ojos llorosos, apenas pudiendo contener la emoción de un momento que los dos recordaremos durante mucho tiempo.


Ponferrada, Plaza del Ayto.
Llevaba un par de años sin poder realizar la "larga" o "ruta A" por motivos laborales y, aunque quizá en un futuro me la plantee como una carrera e intente acabarla en 9 horas, por ahora siempre me la he tomado como es, o como fue su fin en un principio, como una travesía, sin prisas, disfrutando de cada paraje por el que pasa, y cada año la he disfrutado. Sin ningún genero de dudas es una ruta que recomiendo hacer a todo el mundo.

La mayor parte de las fotos que tengo están en esta entrada del blog, no obstante he subido una galería con todas las que hice: Fotos XIX Travesía Integral de los Montes Aquilianos (2014), desafortunadamente fueron tomadas con mi teléfono móvil y algunas dejan mucho que desear...

Clasificaciones de la prueba, en Champion Chip Norte: 
XIX Travesía Integral de los Montes Aquilianos 61km

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2 comentarios:

  1. El reportaje fotográfico espectacular, la crónica muy emotiva y el hecho de haber concluido el recorrido largo de Aquilianos ya es para nota. Enhorabuena a los 2 por haber conseguido sobreponeros a las adversidades climáticas y a los contratiempos.

    Esta prueba la tengo marcada en rojo en mi calendario, la pena es que nunca tengo la posibilidad de entrenar lo suficiente como para afrontarla con una mínima garantía, pero en un par de años espero verme corriendo por ese cordal a más de 2000 metros de altura y mientras tanto voy aprendiendo con las crónicas de los que ya la habéis realizado.

    Nos vemos corriendo Roberto,

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    1. Buenas Rubén! No seré yo el que te diga que si haces Alto Sil corriendo estas suficientemente entrenado para hacer la A de Aquilianos, no obstante, si no te la planteas como un trail, y si como una travesía, creo que no tendrías ningún problema para acabarla y disfrutarla.

      Si un día te animas, te hago de guía por el cordal! Así puedes valorar a lo que te enfrentarás el día de la prueba! ;)

      Un saludo!

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