El último lugar que conocimos en nuestro viaje por el entorno de los países bálticos fue Helsinki, capital de Finlandia. Para ello tuvimos que cruzar el Golfo de Finlandia, atravesando un congelado Mar Báltico.
Es la ocasión en la que he estado más al norte, donde a su vez tuvimos que aguantar las temperaturas más gélidas que yo he conocido jamás, con una sensación térmica inferior a los -20ºC.
Para acceder a Finlandia cogimos un ferry en Tallin (Estonia), un ferry que lejos de ser un barco pequeño en el que van unos cuantos coches era un trasatlántico propio de cualquier crucero por el Mar Báltico, el nuestro se llamaba: "Superstar" y contaba con 9 plantas, varias cafeterías y restaurantes, supermercado, parque infantil, etc...
Cuando llegamos al puerto de Tallin, no me sorprendió ver el mar congelado, ya que el día anterior habíamos estado caminando sobre él: Países Bálticos 2011 | 3. Estonia: Tallin, aún así no deja de ser una visión curiosa para los que venimos del Sur, y hasta cierto punto hipnotizante, ya que en mi caso, me fue difícil alejar mi mirada del infinito, donde solamente veía hielo y más hielo... pese al frío, gran parte del viaje lo pasé en la cubierta del barco, abstraído ante el paisaje que tenía frente a mis ojos...
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| Saliendo de Tallin |
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| Mar Báltico |
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| Mar Báltico |
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| Llegando a Helsinki |
Nada más llegar a Helsinki, cogimos otro barco, para navegar hasta la Isla de Suomenlinna, donde visitamos su fortaleza, patrimonio de la humanidad.
Si el viaje el ferry rompiendo el hielo había sido una experiencia increíble, el viaje hasta Suomenlinna, en un barco mucho más pequeño, donde íbamos sintiendo como el hielo se iba rompiendo bajo el casco del barco, fue un paso más allá, una experiencia para recordar toda la vida.
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| Rastro del barco en el hielo... |
En Suomenlinna nos encontramos unas temperaturas extremas, que dificultaban el moverse por la isla, cubierta de nieve y hielo. El aire cortaba, por lo que no estuvimos demasiado tiempo en ella, aunque si suficiente para disfrutar de las vistas que ofrece sobre la ciudad de Helsinki y para visitar la fortaleza, que pese a estar enterrada bajo la nieve, evidenciaba un buen estado de conservación.
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| A punto de volar... |
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| Helsinki, visto desde la isla |
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| Fortaleza de Suomenlinna |
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| Fortaleza de Suomenlinna |
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| Fortaleza de Suomenlinna |
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| Fortaleza de Suomenlinna |
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| Bicicletas bajo la nieve en Suomenlinna |
Ya en Helsinki, recorrimos la ciudad, visitando sus edificios más característicos y callejeando lo que nos permitieron las fuerzas, solamente íbamos a estar unas horas en Helsinki y quisimos aprovecharlas al máximo, intentando no dejar ningún monumento o rincón representativo sin ver.
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| Helsinki, zona portuaria |
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| Helsinki |
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| Helsinki |
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| Helsinki, zona portuaria |
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| Estatua del zar Alejandro I y Catedral de Helsinki |
Uno de esos lugares de obligada visita en la capital finesa es la Plaza del Senado, sorprende por su magnitud, en la que entre otros edificios del s.XIX como el senado o la universidad, destaca la catedral luterana, uno de los símbolos de la ciudad.
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| Catedral de Uspenski |
La catedral ortodoxa de Uspenski, situada en un alto desde el que se divisa gran parte de la ciudad, es una de las numerosas influencias rusas que hay en la ciudad y es otro de esos lugares que no hay que perderse en una visita a esta ciudad.
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| Estación de Helsinki |
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| Helsinki, Museo Nacional de Finlandia |
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| Helsinki |
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| Helsinki |
Una de esas cosas curiosas que tiene la ciudad es que parte de las calles del centro están calefactadas, tocar el suelo y no sentir frío cuando la temperatura baja con creces de los 0º es algo bastante asombroso. No obstante, pese a que no todas lo están, la vida sigue igual: los coches circulan, la gente anda por las calles, etc... supongo que cada uno se adapta a las condiciones en las que vive, sin que el clima te impida realizar tu vida con normalidad.
Una ciudad interesante, que monumeltalmente se puede visitar perfectamente en unas horas... aunque no me importaría volver para conocerla más a fondo, lo que realmente me gustaría si visito de nuevo Finlandia sería el perderme por sus bosques, visitar sus lagos, ver una aurora boreal, etc... quien sabe, quizá en un futuro...
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