martes, 26 de noviembre de 2013

Lagunas de Villouso (desde Burbia)

Siempre es un placer caminar por el Parque Natural de la Sierra de los Ancares, uno de esos lugares donde aún se conserva esa naturaleza virgen, digna de perderse en ella y descubrir sus cumbres, bosques y pastizales, donde hombre y naturaleza conviven manteniendo costumbres milenarias, aislados de los cambios de estos tiempos modernos.

En esta ocasión, remontamos el río Burbia, desde el pueblo que le da nombre, hasta su nacimiento en las Lagunas de Villouso o Lagos de Burbia, acompañados en nuestro caminar por numerosos riachuelos, fuentes y cascadas, en una ruta en la que el agua es clara protagonista, con permiso del frondoso robledal que emerge junto al arroyo de Villouso, que en esta época otoñal, luce unas tonalidades realmente hermosas.

Burbia es uno de esos lugares que me trasmite serenidad, podría pasarme horas paseando por allí sin cansarme, simplemente disfrutando de esa sensación de paz y tranquilidad que me impregna, es como si allí el tiempo se detuviese y los problemas de la vida quedasen en un segundo plano... es una sensación que solo encuentro en la montaña, una sensación con la que cada día disfruto más!!


Abandonamos el pueblo, cruzando un bonito soto de castaños, rumbo a las imponentes cumbres nevadas de Mostallar, Cuiña y Cuerno Maldito, entre otras, que nos esperaban al fondo del valle.


Los castaños pronto dejan paso a un espectacular robledal, en el que tejos y acebos comparten protagonismo, aportando un colorido al monte que contrasta con el blanco de las cumbres.


El sonido de un caudaloso río Burbia al principio y posteriormente del arroyo de Villouso, nos acompañaría durante toda la ruta, formando numerosos saltos de agua y pequeñas cascadas, que le dan un plus a la ruta.


Aproximadamente a dos kilómetros de Burbia llegamos a un desvío, en el que la ruta se divide en dos: un camino que sube hasta el Mostallar o el Cuiña, y otro que sigue hacia los Lagos. Cogimos este último, cruzando un puente sobre el río Burbia, en dirección al valle de Villouso, junto al arroyo del mismo nombre, llegando al poco a una completa área recreativa junto a una antigua central eléctrica.



Tras dejar el curso del río Burbia nos adentramos en un frondoso bosque, en el que los colores del otoño, nos hacían disfrutar de cada paso que dábamos.



Una de las numerosas cascadas que forma el arroyo de Villouso, es la cascada del Pozón. Para llegar a ella debemos desviarnos un instante del camino, un desvío que merece la pena tomar, ya que aunque el acceso es un poco complicado, el salto de agua compensa el rodeo.


Un pintoresco puente de madera, que la helada convirtió en uno de los mayores escollos del día, marca el final de la pista por la que habíamos transitado desde Burbia, dejando paso a una senda, que a través del robledal gana altura zigzagueando entre las rocas.



Al poco de coger la senda, aproximadamente en una cota de 1.300-1.400 metros, la nieve comienza a hacer acto de presencia, teniendo que prestar atención a los hitos para no perdernos del camino.



Seguimos avanzando entre la nieve, hasta llegar al Refugio del Acebalín, uno de los refugios de montaña más completos que he visto, totalmente acondicionado, con capacidad para unas 6-8 personas. El refugio está situado a unos 1.500 metros de altitud y es perfecto para acercarse a cualquiera de las cumbres cercanas: Mostellar, Cuerno Maldito, Peñalonga, Cuiña, etc...


Pasamos el refugio, desde el que se obtienen unas bonitas vistas del pico Campo Longo (1.794 m.) y seguimos el camino hacia las lagunas, con cada vez más nieve y hielo bajo nuestros pies. En ese momento agradecimos no ser los primeros que subían hasta allá arriba ese día y así no tener que ir abriendo huella en la nieve, algo que nos hubiese dificultado la marcha.




Las Lagunas de Villouso, o Lagos de Burbia, se encuentran a poco más de medio kilómetro del refugio, y aunque por momentos el hielo y el aire gélido nos complicasen el acceso a ellas, al llegar allí vimos que había merecido la pena el esfuerzo. 


Las lagunas de Villouso son un conjunto de dos pequeñas lagunas y una tercera un poco mayor, situadas a los pies de Mostallar, Pico Lagos, Pico Charcas y Cuerno Maldito, en un emplazamiento realmente espectacular y más en un día como este, donde la nieve hacía todavía más bonito el lugar.

Estuvimos un tiempo en las lagunas, disfrutando de ese paisaje, mientras hablábamos con un montañero de la zona, que había subido con su hijo. Hablamos de sendas, fuentes y cascadas a lo largo del valle, uno de los más chulos de los Ancares (y eso es mucho decir!!!)


Estuvimos allí arriba el tiempo justo para disfrutar del lugar, pero sin quedarnos helados ante la temperatura invernal, que me imagino que no sobrepasase en demasía los 0ºC, volviendo sobre nuestros pasos hasta el refugio del Acebalín, donde aprovechamos para comer.


En el camino de vuelta a Burbia, por el mismo itinerario por el que habíamos subido a los lagos, aprovechamos para, ya sin prisa, observar las numerosas cascadas que se precipitan al valle, así como los numerosos saltos de agua que el arroyo Villouso forma antes de confluir en el río Burbia.

En resumen, una ruta realmente bonita y recomendable, incluida dentro de las rutas de interés natural y cultural de la confederación hidrográfica Miño-Sil: "Rutas del agua: Río Burbia


Este es el track de la ruta en wikiloc: Lagunas de Villouso desde Burbia.
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