lunes, 6 de mayo de 2013

IV 101 kilómetros peregrinos (2013)

Los 101 Kilómetros Peregrinos (por el Camino de Santiago de Invierno), con aproximadamente 3.000 participantes,  inscripciones agotadas desde hace meses  y listas de espera interminables, es el acontecimiento deportivo más importante de la comarca del Bierzo, así como uno de los eventos deportivos más importantes y esperados a nivel nacional, como demuestra la participación de grandes figuras como Marga Fullana, Manuel Merillas o Miguel Ángel Jiménez Parejo.

Mi primera participación en los 101, fue en la primera edición de la prueba, hace cuatro años. De aquella, probablemente ni estaba lo suficientemente bien preparado físicamente para afrontar este reto, ni tenía la montura adecuada, además, las duras condiciones climatológicas que sufrimos aquel año contribuyeron a acrecentar todavía más mis debilidades. El caso es que aquel año, más por cabezonería que otra cosa, cruce la meta a las 3 de la madrugada, tras 16h01'38'' de ruta. Esta foto con Rober, en el avituallamiento de Santalla, empapados, poco antes de la medianoche recoge muy bien lo que fue aquella odisea.
Avituallamiento de Santalla del Bierzo, edición 2010.
En la edición del 2011 no participé. En cambio, el año pasado, en la tercera edición de la prueba, y ya más curtido en esto del MTB, sabiendo lo que me iba a encontrar, las cosas salieron bastante mejor, cruzando la meta en 6h37'02''. Creo que pocos deportistas podrán decir que han bajado su marca en casi ¡¡10 horas!! Jeje... Marcas aparte, el año pasado disfruté y eso es lo realmente importante en estos eventos... :)
Tras finalizar la carrera, edición del 2012. 
El objetivo para esta edición era volver a disfrutar de la carrera y, aunque el final se me hizo un poco duro, creo que en líneas generales así lo hice...


IV 101 KM. PEREGRINOS (Ed. 2013)
Estuve dudando hasta pocos días antes como plantearme la carrera, si ir con Julio y Chus en los primeros puestos o, en cambio, ir con Andrés, Damián e Illán en la cola, ayudándoles en su primera participación, que en muchos momentos me recordó mucho a mi primera vez... Pero al final me decanté por ir delante, acompañando a Chus en su lucha por estar en el pódium, ya veríamos en que lugar... y aprendiendo lo máximo posible de Julio, que iría a nuestro ritmo cuando podría estar disputando la prueba.
Con Julio y Chus, en el Colomán Trabado, antes de comenzar la prueba

La salida es uno de los momentos más espectaculares del día, primero en un abarrotado estadio Colomán Trabado, y luego por las calles de la ciudad, donde trascurren varios minutos pasando ciclistas, duatletas y corredores... es una pena que la ciudad de Ponferrada todavía no esté lo suficientemente volcada con la prueba, da envidia ver como, por ejemplo en Ronda o en Cabezón de la Sal, cientos de personas se juntan en la salida para animar a los deportistas. No obstante, esta prueba tiene muchísimo margen de mejora, espero que con el tiempo los habitantes de esta ciudad se den cuenta de todo lo que  nos aporta un evento así...
Colomán Trabado, poco antes de la salida.

Foto cogida del álbum: "101 Km Peregrinos" de Noticias Bierzo.
Sabíamos que si queríamos ir a buen ritmo tendríamos que llegar al primer paso por Santalla entre los primeros, ya que presumiblemente en la subida del cruce de Rimor y en las rampas que hay por encima de Villalibre se formarían los primeros tapones del día, con el engorro que eso supone... así que salimos prácticamente con la cabeza de carrera. Nunca había salido a ese ritmo, y la verdad, se disfruta bastante. En esos momentos la tensión se siente, mientras íbamos detrás del coche que abría la carrera con la adrenalina a tope, esperando a que se apartase, para ver como los "gallos" que a la postre lucharán por la general empezaban a pelear por la victoria ya en las primeras rampas del Pajariel, esos momentos hay que vivirlos... me imagino que a Santalla llegásemos prácticamente entre los 150 primeros, sin apenas quitar el plato grande desde la salida.
Cuesta del cruce de Rimor, tras cruzar Toral de Merayo.
Al poco de pasar Santalla llegó uno de los tramos más engorrosos del día, la subida a la pizarrera que hay junto al desvío al Castillo de Cornatel, no se si alguno pasaría por ahí sin bajarse de la bici, me imagino que no y en caso de que así fuera, no creo que fuesen muchos, ya que el barro impedía a las ruedas traccionar correctamente. En el alto nos encontramos a Lobato, que estaba dándonos ánimos y haciéndonos algunas fotos, como la que sigue:
Foto cogida del álbum: "Cruce de las Pizarreras y entrada a San Pedro de Trones" de Rob Lob.
Desde ese punto se sigue hasta Borrenes por uno de los pocos tramos de carretera del día. Allí paramos por primera vez, a rellenar agua y a comer un poco, acabamos de empezar y aún quedaba un mundo... tras pasar el pueblo, cogimos unas pistas, parte del entorno de Las Médulas, que pese a que siempre iban en continuo ascenso se llevaban bastante bien, ahí nos encontramos con varios vehículos de la organización que iban en busca de un grupo que se había perdido, debido a que alguien había cambiado las señales, no se con que motivo, pero a esa gente había que cogerla y que cada uno de los participantes le diera, al menos, una buena colleja.
Foto cogida del álbum: "101 Peregrinos Álbum 2" de Noticias Bierzo.
Al pueblo de Médulas (aprox. km. 25) llegamos en poco más de hora y media, a un ritmo bastante bueno y todavía sin notar cansancio en las piernas. Allí cogimos el camino hasta el Lago Somido y poco después enlazamos con la bajada a la Balouta, uno de los tramos más bonitos, técnicos y rápidos del día, donde nos encontramos con Miro, que había roto la cubierta con una de las piedras de la bajada e iba a pata hasta el Puente maldiciendo a todos los santos, Julio se quedó con él para solucionar la avería. Chus y yo seguimos rumbo al Puente de Domingo Flórez.

Al Puente llegamos, los tres juntos de nuevo, poco antes de las 12 de la mañana, dispuestos a comenzar de verdad la prueba, ya que desde el Puente (km. 37) afrontariamos las partes más duras de la carrera.

La subida a San Pedro de Trones, una de las novedades de este año, es sin duda la subida más dura de la prueba. En ella tocó bajar desarrollo, y subir sin prisas, todavía quedaba demasiado como para vaciar allí todas las fuerzas... Buena prueba de la dureza de la subida es que, en hacer esos 4 km. en los que salvamos 400 m. de desnivel, tardamos 35 minutos.
Foto cogida del álbum: "Paso de los 101 Peregrinos San Pedro de Trones y..." de Rob Lob.
Tras la subida, llegó la bajada más técnica del día, es cierto que este tipo de sendas son más peligrosas, pero por otro lado, también se disfrutan mucho más, la tensión, el riesgo y la adrenalina hacen que los sentidos se agudicen el doble y el descenso sea mucho más divertido... se que hay cierto debate en los foros al respecto, pero si por mi fuera no quitaría este tramo de la ruta.

Una hora después volvimos a pasar por el Puente de Domingo Flórez, donde aprovechamos para descansar un momento, comer bien y de nuevo, ponernos en ruta, para afrontar la subida más larga del día. Desde el Puente hasta el Mirador de Orellán hay unos 15 kilómetros, en su mayoría de subida, divididos en dos tramos, por un pequeño descenso al pueblo de Yeres.

El primer tramo, de unos 6 kilómetros, no es demasiado duro y aunque uno ya empezaba a notar el esfuerzo, el principal enemigo en ese momento no era el desnivel sino el intenso calor, no se que temperatura sufrimos en esa subida, que a nosotros nos tocó hacerla a la 1 de la tarde, pero me imagino que no mucho menos de 30ºC.  Agradecimos el descenso a Yeres, donde nos hidratamos lo máximo que pudimos mientras buscábamos alguna sombra donde resguardarnos del Sol un buen rato.

Al poco de pasar Yeres llegó otra de las rampas fuertes del día, allí nos cogió Miro, al que habíamos adelantado mientras él corría el bucle del Puente de Domingo Flórez, recorrido del duatlón, que hasta los huev.. de tanta avería, decidió dejar de pensar en la general y siguió la carrera con nosotros. En este tramo fuimos "recogiendo numerosos cadáveres", ya que pasamos a mogollón de gente que bien con calambres, bien porque no podía más, estaba sentada en una orilla o subía a pata con la bici... era el día propicio para pasarlo mal, ya que en esa zona no había ninguna sombra y el Sol seguía bombardeándonos con demasiado calor.

Pasamos por el Mirador de Orellán, el punto más alto de la prueba a 1.045 m. de altitud, cuando todavía no habían trascurrido 5 horas de ruta, con 63 km. en las piernas y bastante enteros para el tute que llevábamos. Allí nos dimos un último respiro para afrontar ya la última parte de la carrera y, en teoría, la más accesible.
Foto cogida del álbum "IV 101 Peregrinos - 2013" de Jose Luis Rodríguez Rodríguez

Hasta ese momento habíamos llevado bien la carrera, a un ritmo bueno, sin sobresaltos, pero ahí vimos peligrar la posición en la general de Chus, que en esos instantes iba tercera, por lo que el descenso hasta La Chana lo hicimos a un ritmo vertiginoso, tan rápido que yo, que no destaco precisamente en los descensos, me fui quedando y aunque luego fui haciendo la goma hasta llegar a Paradela de Muces, allí ya les dejé ir... los últimos 30 km. me tocaría hacerlos en solitario.

En Paradela de Muces me despedí de Miro, que tras un nuevo pinchazo, el tercero de la jornada y tras haber roto la cubierta, decidió poner punto final a la prueba ¡Definitivamente, esta no iba a ser su carrera! y me volví a encontrar con Lobato, por tercera vez en el día, ofreciéndome un avituallamiento que en el aquel momento rechacé, pero al que le agradezco parte de las fotos que ilustran esta entrada...
Foto cogida del álbum: "Paradela de Muces y llegada a Meta" de Rob Lob.
Había tenido especial cuidado en beber bien y en comer durante toda la prueba, ya que con tanto calor, era muy fácil descuidarse y sufrir una pájara, pero en los 10 km. que hice a tope desde Orellán hasta Paradela intentando no descolgarme quizá descuidé este aspecto y al llegar a Villavieja (km 75), tras haber bajado por uno de los senderos más bonitos del trazado, junto al Castillo de Cornatel, sufrí la inesperada y temida visita del "tío del Mazo", que desafortunadamente decidió acompañarme hasta la línea de meta.

Sabía que era un desfallecimiento y que lo que tenía que hacer era comer y beber a toda costa, pero en ese momento el "coco" no funcionaba y me costaba masticar los pastelitos, fruta y demás alimentos que comí en el avituallamiento de Villavieja, además, allí todavía no era demasiado consciente de como me encontraba y no ingerí todo lo que debería, no teniendo más avituallamientos sólidos hasta el tercer paso por Santalla, para el que todavía me quedaban 12 eternos kilómetros.

Esta parte fue un suplicio, cada vez me iba ahogando más en mis pensamientos, en lo mal que iba y en lo que me iba a costar terminar la prueba, el hecho de conocer lo que me quedaba tampoco me ayudaba, realmente el final de la carrera no era demasiado duro, pero yo en mi mente veía grandes montañas donde solo había pequeños repechos. Pensé en dejar la bici en el segundo paso por Santalla y retirarme cuando apenas me quedaban 20 kilómetros, pero el hecho de no haberme retirado nunca, en ninguna prueba anterior, hizo que tirase de orgullo y que siguiese en ruta... pero buscando excusas para bajarme de la bici: cualquier pequeño repecho, la mínima cuesta, me costaba seguir un ritmo aceptable... en el tercer paso por Santalla, comí, poco ya que estaba tan cansado que apenas podía masticar, me relajé, bebí agua fría y me autoconvencí de que tenía que acabar la prueba como fuese. No dejó de pasarme gente, pero en esos momentos poco me importaba, los tiempos, la clasificación, etc... era algo que carecía de valor, lo único importante era llegar.

En Toral de Merayo me cogió Juan, que venía del duatlón, me ofreció su rueda... pero no estaba para seguirla... Solo me quedaba un último esfuerzo... Subí caminando el túnel que forman los árboles en El Pajariel al salir de Toral de Merayo y no se si fueron esos minutos en los que por fin fui a la sombra, si que los alimentos que comí en Santalla empezaban a reponer mis fuerzas o simplemente que el verme ya casi en Ponferrada empezaba a despejar mi mente, que me volví a notar fresco, no en condiciones para dar otra vuelta, pero si para cruzar dignamente el Pajariel, donde pase a Iván, que venía acabando su participación en la ultramaratón, recorrer el paseo del río y cruzar sonriente la línea de Meta.
Foto cogida del álbum: "Fotogalería 4-101 Kms. Peregrinos-Tramo 2" de Que está pasando Ponferrada.
Llegué al pabellón del Toralín, tras 8h03'19'' en el puesto 181 sobre 1.518 inscritos, con 104 kilómetros y más de 6.400 metros de desnivel acumulado en mis piernas, a 15 minutos de Julio y de Chus, que consiguió entrar tercera en meta. Comparándome con ellos, en esos 30 kilómetros de pájara, perdí 40 puestos en Meta...
Justo antes de cruzar la meta
Celebrando el reto conseguido
Ahora en casa, casi no recuerdo aquellos malos instantes, por fortuna me suelo quedar con los buenos momentos, pero se que lo pasé realmente mal. De todo se aprende y esta experiencia espero que me sirva para no descuidarme en mi próximo objetivo: Los 10.000 del Soplao, así como en el resto de salidas en MTB.
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Quiero aprovechar este blog para darle la enhorabuena a Chus, que finalizó en tercera posición, tan solo superada por dos féminas que son profesionales de este mundillo del MTB, la campeona del mundo: Marga Fullana y la campeona de Castilla y León de XC: Sara García. Es todo un ejemplo de superación y de como alguien que no cuenta ni con patrocinadores ni con apoyo externo puede obtener grandes resultados basándose solamente en su sacrificio... lo dicho: ¡¡Enhorabuena Chus!! Aprovecho también para agradecerle a Julio el ir tirando de nosotros durante toda la prueba, al menos hasta donde yo conseguí aguantarle el ritmo...

Y, por último, también quiero felicitar desde aquí a Damián e Illán, que sin estar preparados para una prueba como esta supieron sufrir y perseverar para cruzar la meta en algo más de 16 horas, a Andrés, que consiguió llevar dignamente durante los 101 km. la que probablemente era la peor "montura" de todas las que participaban en esta cuarta edición de los 101 peregrinos, así como a Iván que pese a todas las dolencias que traía consiguió finalizar la ultramaratón.
Andrés, Damián, Iván e Illán en el avituallamiento de Santalla
Este es el track de la ruta, subido a Wikiloc: 101 kilómetros peregrinos, por el CSI (103,53 km) y en este enlace se pueden ver las clasificaciones: dorsalchip.es.


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6 comentarios:

  1. Roby un placer ver mis fotos ilustrando tu blog...creo que te saltaste una que te hice en la salida y si no recuerdo mal....sales en alguno de los vídeos que hice.
    Veo que vas creciendo en experiencia en las rutas que vas haciendo, seguro que cada año que pase....más las iras disfrutando.

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    1. Buscaré la de la salida! ;)

      No, si disfrutarlas las disfruto!! Jeje... incluso esos momentos de sufrimiento ahora los recuerdo como un momento de disfrute, aunque claro, en el momento no se si pensaba igual!!! Jaja... Cómo no te animaste? Pocos km. para ti?

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  2. Pues te felicito por haber completado la ruta!!!.....yo , este año, al revés que el anterior me dejare caer por muy pocas rutas organizadas......tengo poco tiempo...y prefiero diseñar yo mi propio calendario de salidas de monte. Aparte ya no me motiva el sufrimiento y la competencia...prefiero volver a mis orígenes , cuando simplemente disfrutaba de los amigos y las zonas que no conocía.

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    1. Ya veo tus rutas y muchas veces me dais una envidia de la leche... Yo, por ahora, intento compaginar las dos cosas... al final el rollito que se vive en las marchas organizadas también se disfruta! ;)

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  3. Enhorabuena Roberto,

    Por acabar la prueba, por disfrutar por el camino y por enseñarnos la carrera a los que la tenemos en agenda para futuras ediciones.

    En mi caso, me gustaría disputar la prueba a pie, pero para eso todavía me quedan unos 3 años.

    Nos vemos en Aquilianos y nos conocemos personalmente.

    Un saludo,

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    1. Gracias! Yo llevo algún tiempo planteándome el hacerla andando... o el duatlón, pero al final siempre me decanto por lo más fácil y acabo haciéndola en bici... no obstante, caerá! Tarde o temprano contaré en este blog mi experiencia en los 101 a pie...

      Si, ya no queda nada para Aquilianos! ;)
      Saludos!

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