Alpes... que complicado se me hace encontrar adjetivos para describir este viaje, creo que cualquiera que utilizase desmerecería lo que allí vivimos.
Fueron dos años de planes, de estudiar las rutas por las montañas, de quedarnos con sus paisajes, de buscar los lugares que no debíamos perdernos, de investigar a mitos del alpinismo, de visualizar documentales, en definitiva, de impregnarnos con todo lo que tiene que ver con esta cadena montañosa.
Y este verano, por fin, el viaje, el sueño, se hizo realidad...
Hay tanto que hacer y que ver en los Alpes que es difícil decantarse por una zona pero después de todo lo que habíamos mirado teníamos claro cual no podía faltar: Chamonix, este pequeño pueblo, a las faldas del Mont Blanc es "La Meca" para cualquier alpinista, y nosotros no nos íbamos a quedar sin descubrir porque.
Una vez que sabíamos que disfrutaríamos del "techo de Europa", solo faltaba completar la segunda semana del viaje y para ello no se nos pudo ocurrir mejor plan que ir a Zermatt, la pintoresca aldea suiza que se encuentra bajo el Matterhorn (Cervino para los italianos), quizá la montaña más espectacular, y con seguridad, la mas reproducida del planeta.
La guinda al pastel la pusimos con Interlaken... completando así la trilogía de las montañas mas míticas de los Alpes: Mont Blanc, Matterhorn y Eiger.
En las próximas entradas espero poder plasmar todo los que vimos y vivimos en los Alpes, espero que todos aquellos que nunca habéis tenido la fortuna de estar allí, podáis, al menos, ver en este blog una pequeña parte de estas montañas.
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Relacionada:
Crónica de un viaje a los Alpes.
12 días: Chamonix, Zermatt e Interlaken.
Verano 2012.
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