martes, 30 de octubre de 2012

Extremoduro. Gira "Robando perchas del hotel" (Coliseum, A Coruña)

El último concierto de Extremoduro al que había ido fue precisamente aquí, en el Auditorio de Ponferrada, hace más de cuatro años y, la verdad, fue bastante decepcionante. Hace tiempo que Robe no es aquel poeta que presentaba con lírica todas sus canciones, que se comía junto a Iñaki los escenarios con ese rock transgresivo tan particular o, simplemente, aquel cantante que disfrutaba en los conciertos y nos hacía disfrutar al resto. Pero de ahí al Robe de la última gira había demasiado trecho, me dio la sensación de que actuaba por mero tramite y no por amor a esa música que tanto le ha dado... nos ha dado!. Aún así, pensando en que  nunca volvería a ver el Extremoduro que algún día vi, cuando salieron las entradas para el concierto de La Coruña no me lo pensé dos veces. Extremoduro tiene un track-list que aunque toque las canciones sin ganas, es imposible que no salga un conciertazo. Estaría, sin duda, "robando perchas del hotel" en La Coruña...


El concierto, al igual que en la última gira, comenzó con la proyección de un cortometraje en las pantallas, en el que unos caricaturizados Robe e Iñaki eran los protagonistas. Mientras se proyectaba el corto comenzaron a sonar los acordes de "El pájaro azul", a la vez que, entre los focos, iban saliendo al escenario los componentes del grupo, por supuesto Iñaki y Robe los últimos, momento en el que las pantallas se apagaron y empezó de verdad el concierto... Tras "El pájaro azul", y sin tiempo para descansar, sonó una sorprende "Ama, ama, ama y ensancha el alma" en segundo lugar de la lista. En esta canción ya vi que este concierto no iba a ser como el último, Robe rebosaba fuerza y nos impregnaba con ella a los 12.000 afortunados que abarrotábamos el Coliseum.  Le siguió una mítica "No me calientes que me hundo", antes de comenzar con un pequeño repertorio del nuevo disco: "Desarraigo", "Mi espíritu imperecedero" y "Si te vas...." dicen que hay que saber renovarse para no morir y Extremoduro lo ha hecho, para un viejo rockero como yo resultaba chocante ver como las canciones del nuevo disco eran cantadas a coro por miles de dieciseisañeras totalmente entusiasmadas, diría incluso que totalmente emocionadas ante las letras de Robe! Quién me lo iba a decir a mi mientras veía mi primer concierto de Extremo a esos mismos 16 años en la Cubierta de Leganés hace prácticamente 15 años! A las canciones del nuevo disco le siguieron "La vereda de la puerta de atrás", una canción inédita que relajó un poco los ánimos, para volver a subirlos con "Sucede" y "Ábreme el pecho y registra", antes de volver a los orígenes del grupo con el tradicional fragmento de "Pedrá", que cerró esta primera parte de la actuación.

No soy demasiado partidario de los descansos en los conciertos pero he de decir que en esta ocasión lo agradecí, no se quién calculó la gente que cogíamos en la pista, pero creo que calculó muy al alza, esta primera parte del concierto fue bastante agobiante en ese sentido, afortunadamente  tras el descanso, hubo algo más de hueco, supongo que el que dejó la gente que se agobió en el primer acto y buscó acomodo en las gradas. Así se veía el Coliseum desde arriba en ese primer descanso:


Tras el parón le tocó el turno a La Ley Innata, empezando por "Dulce introducción al caos" y siguiendo con los cuatro movimientos: "El sueño", "Lo de dentro", "Lo de fuera" y "La realidad". No recordaba que "La Ley Innata" fuese tan cañera en concierto, no puedo destacar un disco de Extremoduro por encima de los demás, pero este es sublime! Para mi fue la mejor parte del concierto, no solo por los temas sino porque formamos un grupo majo para botar y chocar mientras Robe seguía deleitándonos con su voz desgarrada...


La tercera y última parte del concierto fue la más cañera, despidiéndose de nosotros con "Cabezabajo", "Bribriblibli" (no se que tiene esta canción, pero me encanta escucharla en directo), "A fuego", "Tango suicida" y las ya famosísimas: "So payaso" y "Puta", durante las que temblaron los cimientos del Coliseum... en ese momento se despidieron e hicieron el tradicional amago de irse para que el público, que a esas alturas ya estábamos totalmente entregados, coreásemos tanto el nombre de Robe como el de Extremoduro, tras ese pequeño baño de masas volvieron a aparecer en el escenario para cerrar el concierto con "Stand by" y "Salir". Como ya viene siendo habitual últimamente Robe salió el primero del escenario, quedando Iñaki demostrándonos como se debe hacer sonar una guitarra...

Mucha gente dirá que faltan himnos como Jesucristo García, Deltoya, Pepe Botika, Buscando una Luna, etc... pero llega un momento en que el repertorio esta tan plagado de ellos que tiene que resultar muy complicado escoger el track-list. Probablemente si antes del concierto me hubiesen dicho que no iban a tocar estas canciones, me hubiese defraudado en exceso, pero una vez visto este, creo que los temas están muy bien escogidos, centrándose en la historia reciente del grupo, pero pasando por todas las épocas. Extremoduro ha cambiado en los últimos años, pero siempre ha conseguido mantener esa esencia del Rock transgresivo que los hace únicos, el último disco "Material Defectuoso" tiene poco o nada que ver con los primeros, pero aun así, escuchando los acordes de cualquier canción, ya sea del primer o del último disco, no hay ninguna duda de que se trata de un tema de Extremoduro, de ahí que sean únicos. Buena prueba de ello, es el reportaje que colgaba La Voz de Galicia al día siguiente, sorprendiéndose de que un grupo que apenas hace ruido en los medios fuese capaz de llenar un recinto por el que habían pasado numerosos artistas de "primer nivel" sin conseguirlo. Extremoduro no necesita publicidad, sabe que tiene cientos de miles de incondicionales que lo siguen y lo seguirán allá donde vaya!

Entrada del concierto.

He oído que a finales de año saldrá un nuevo disco, ojala lleve consigo una nueva gira. Ya tengo ganas de volver a verlos en concierto. Espero que en esa ocasión, disfrute de un conciertazo como el que disfruté el otro día en La Coruña... como dice un viejo dicho "Los viejos rockeros nunca mueren".

miércoles, 24 de octubre de 2012

ALPES 2012 | 7. Gornergrat

Aprox. 26 km. / 8h15' 

Una de las mayores atracciones de Zermatt es el Gornergrat Bahn, el tren cremallera a mayor altura al aire libre de Europa, que une Zermatt con el Gornergrat, a 3.089 m. de altura, desde donde se pueden divisar 29 de las 34 cumbres suizas por encima de los 4.000 m, entre ellas algunas tan míticas como el Matterhorn o el Monte Rosa. No hubiese sido una mala opción, pero como a los Alpes no fuimos a viajar en tren salvo que fuese estrictamente necesario, optamos por subir hasta allí caminando. Entre las varias opciones de subida existentes nosotros optamos por el camino que sube más o menos junto al tren, a través de los resorts de esquí Riffelalp y Riffelberg. 

Riffelalp 2.211 m. (de fondo: Matterhorn 4.478 m.).

Nada más salir de Zermatt, todavía bajo los árboles, el camino pica bastante hacía arriba ganando mucha altura en apenas unos kilómetros, hasta llegar a Riffelalp, pese a la dureza este trayecto es muy chulo ya que sube a través de un bonito bosque desde el que se va observando, cada vez más cerca, el Matterhorn. Desde Riffelalp el paisaje es muy diferente, ya sobrepasados los 2.000 m. la vegetación desaparece, dando paso a unas vistas espectaculares sobre el valle, y sobre todo el entorno rocoso de Zermatt, donde destaca por encima de todo el Matterhorn... se que me repito, pero es una montaña tan impactante que por muchas veces que lo diga, siempre me quedaré corto. Esta parte de la subida, hasta Riffelberg, es la más llevadera, por lo que mucha gente que ha cogido el tren opta por hacer este tramo a pie y así impregnarse un poco de la esencia de los Alpes.

Lago Riffelsee (2.757 m.).

Una vez que dejamos Riffelberg el camino vuelve a inclinar hacía arriba, con tramos bastante duros; mientras ganábamos altura, íbamos observando cada vez más maravillados como se abría ante nosotros un paisaje escondido hasta entonces, en el que el blanco de los glaciares cada vez se imponía más. Una parada obligada en el camino es el Lago Riffelsee, uno de los varios lagos glaciares que hay por la zona, famoso porque en sus aguas se refleja el Matterhorn, lamentablemente a nosotros la meteorología no nos acompañó lo suficiente para conseguir tan bella instantánea!

Estación del Gornergrat (3.089 m.).

El último tramo de la ascensión es el más duro, llegando a tener que utilizar las manos en algún momento, aunque al coronar, el esfuerzo se ve recompensado con creces. La estación, situada a 3.100 m. de altura cuenta con unas terrazas panorámicas desde las que se puede observar prácticamente todo lo que esta a nuestro alrededor. Destaca por encima de todo la visión del Monte Rosa (4.634 m.) y de los varios "cuatromiles" que se elevan junto a él, dejando caer hacía el valle glaciares interminables, la vista se pierde entre kilómetros de hielo y nieve... girando un poco la vista, nos encontramos con el Klein Matterhorn, la zona esquiable más alta de Europa, a 3.883 m. ¡Debe ser una pasada poder esquiar en Agosto!; un poco más al fondo, el mil veces mencionado Matterhorn, no por ello menos espectacular, y, por último, en este hipotético giro de 360º el valle de Zermatt, franqueado por cumbres totalmente blancas, sobre las que se asientan glaciares milenarios.

Dufourspitze (4.634 m.) y glaciares Grengletscher y Gorner-gletscher

 Liskamm (4.527 m.), Castor (4.228 m.), Pollux (4.092 m.) y Breithorn (4.164 m.).

 Monte Rosa (4.634 m.).

Breithorn (4.164 m.), glaciar Unt. Theodulglestcher, Klein Matterhorn (3.883 m.) y Gobba di Rollin (3.899 m.).

Tras deleitarnos con las vistas que hay desde el Gornergrat, avanzamos un poquito más hasta casi coronar el Hohtälli (3.286 m.), pero poco antes de que lo consiguiésemos la lluvia hizo acto de presencia por lo que preferimos no arriesgar, no me gustaría verme perdido en un lugar como ese, y desandamos el camino recorrido hasta el Lago Riffelsee donde el tiempo nos dio una pequeña tregua y pudimos disfrutar de una bien merecida comida, mientras nuestras mentes se recreaban con los paisajes que habíamos visto.

Zermatt.

El camino de vuelta a Zermatt se convirtió en una "contrareloj" contra la lluvia... por suerte, aunque nos mojamos, llegamos al apartamento antes de que el cielo se cerrase por completo. 

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Gastos a tener en cuenta:
- Tasas Zermatt: 2,10 CHF persona/noche.



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Relacionada:


Crónica de un viaje a los Alpes.

12 días: Chamonix, Zermatt e Interlaken.
Verano 2012.

martes, 16 de octubre de 2012

ALPES 2012 | 6. Zermatt-Matterhorn

Nos costó dejar Chamonix. No se que tiene esta ciudad, pero tanto nosotros tres como con todos los que hemos hablado desde entonces, tenemos clara una cosa: Algún día volveremos a pisar sus las calles y a deleitarnos con su magnifico ambiente... Nuestro siguiente paso en el viaje era Zermatt, una localidad suiza a los pies del Matterhorn.


Zermatt, de fondo: Matterhorn o Cervino (4.478 m.)

El viaje hasta Zermatt no desmereció para nada todo lo que habíamos visto de los Alpes, aunque en primera instancia tuvimos que coger un autobús hasta Le Chatelard, frontera franco-suiza, debido a obras en el trayecto del "Mont Blanc Express", desde ahí hasta Martiny ya pudimos coger este tren, que atraviesa parte de los Alpes a prácticamente 2.500 m. de altura. El trayecto, de aproximadamente hora y media, tiene unas vistas espectaculares, no aptas para personas con vértigo  ya que a través de las ventanas panorámicas del tren se aprecia como este circula en su mayor parte sobre una garganta con cientos de metros de precipicio. En Martiny, hicimos el segundo trasbordo, hasta Brig. El paisaje de este trayecto fue totalmente diferente, pese a que en todo momento nos franqueaban cumbres impresionantes, el tren circulaba por el fondo de un valle, lleno de casas y viñedos en el que probablemente el clima daría algo más de tregua a sus habitantes. En Brig, el último trasbordo, el tren volvió a adentrarse en la montaña, recorriendo un bonito valle, al que caían numerosas cascadas provenientes de los glaciares que se divisaban en lo alto, mientras poco a poco, nos íbamos acercando al Matterhorn, visible poco después de abandonar Brig. Unas tres horas después llegamos a Zermatt, donde quedamos impresionados ante la visión del Matterhorn, Cervino para los italianos...


Zermatt - Matterhorn

Creíamos que Chamonix era insuperable, pero al llegar a Zermatt vimos que estábamos equivocados. No es una ciudad tan grande, el ambiente es mucho más selecto, en entorno no es el mismo... pero aún así Zermatt está, por lo menos, a la altura: Es un pueblo de cuento, todas las casas son de madera, o al menos están recubiertas de ella, en todos los balcones lucen miles de flores que le dan un colorido y una vida especial, los coches no pueden circular por sus calles (solo circulan coches eléctricos) por lo que las calles se prestan para dar paseos, estando abarrotadas en su mayor parte. La ausencia de coches hace que el mayor sonido sea el trascurrir del río, esto es algo realmente relajante para los que estamos acostumbrados a vivir en otro tipo de ciudades.


Zermatt

 Zermatt

Suizos, tocando el Schwyzerörgeli en Zermatt.

Y si en Chamonix era el Mont Blanc el que presidía la ciudad, en Zermatt es el Matterhorn. Probablemente sea la montaña más característica de los Alpes y con razón, su sola visión ya es un espectáculo, con su forma de pirámide  sola, imponente, alejada de cualquier otra montaña que pueda romper su hegemonía sobre el paisaje. Parece puesta ahí a posta, es tan escarpada que pese a rondar los 4.500 metros apenas tiene nieve o hielo, subir hasta su cima solo esta al alcance de los mejores alpinistas del mundo. Nosotros mientras tanto, nos conformamos con disfrutar de su vista, impresionados ante tanta belleza....

Posando con el Matterhorn o Cervino (Zermatt).

Previendo que en Suiza el nivel de vida estaría por encima de nuestras posibilidades, nos alojamos en un apartamento (Haus Belmont, esta es mi critica en Tripadvisor), tocaría cocinar y limpiar, pero por estar en un sitio así merecía la pena el trabajo. Así que, tras conocer el pueblo, nos acercamos al super, donde comprobamos que no nos equivocábamos y que los precios están muy por encima de los precios a los que estamos acostumbrados en España, éramos unos pobres en un país de ricos... pero aún así creo que nos lo montamos bastante bien, disfrutamos como enanos cada uno de los momentos que vivimos en nuestros cuatro días de estancia en Zermatt! ;)

Tomando una cervecita en la terraza del apartamento... con vistas al Matterhorn.

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Gastos a tener en cuenta:

- Autobus Chamonix - Chatelard; Tren Chatelard - Martiny - Brig - Zermatt: 71,90€
- Tasas Zermatt: 2,10 CHF persona/noche.


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Relacionada:

domingo, 14 de octubre de 2012

I Carrera de Montaña Las Barrancas de Santalla

Hoy se ha celebrado la primera edición de esta carrera de 12 km. que recorre, desde Santalla, el particular paisaje que forman Las Barrancas.

Puesto que mi tendón sigue inflamado en esta ocasión no pude vivirla desde dentro y  tuve que conformarme con animar a los participantes, pero por lo que pude ver desde fuera la carrera estaba muy bien organizada, así que habrá que tenerla en cuenta para el año que viene! :)

Como no pude correr aproveché para hacer unas fotos, creo que de todos los corredores y de parte de los andarines, en lo que era aproximadamente el kilómetro 10 de carrera:



En este enlace estan todas las fotos que hice con la cámara: I Carrera de Montaña Las Barrancas de Santalla, y en este:  I Carrera de Montaña Las Barrancas de Santalla (móvil) las que hizo Frida con el móvil.

Para terminar, disfrutamos de una reconfortante comida a base de tortilla, empanada y guiso de jabalí en El Sitio de mi Recreo, en Priaranza... un lugar totalmente recomendable!.

viernes, 12 de octubre de 2012

Cascada de Cantejeira

Aprox. 4 km / 1h 10' 

Bonita cascada, situada junto al pueblo de Cantejeira en la Sierra de Los Ancares. La ruta no tiene ninguna dificultad: parte desde el propio pueblo y esta bastante indicada. Desde la palloza-restaurante "Casa de Lamas" habrá unos dos kilómetros. El camino al principio va ganando algo de altura por una pista ancha, entre pastos, obteniendo unas vistas muy chulas tanto del pueblo de Cantejeira como del valle de Balboa. Luego gira a la izquierda, ya por un sendero que baja hasta la cascada, el sendero esta bastante limpio y, aunque a veces tiene una gran pendiente, es apto para todo el mundo. La cascada, de unos 10 metros de altura, se encuentra al final de dicho sendero, en un enclave en el que no solo llama la atención la cascada, también son dignos de fotografiar la vegetación que la rodea y el arroyo que surge de ella y se pierde serpenteando entre las rocas...


Tras el pequeño paseo, paramos a tomar algo en la palloza "Casa de Lamas", sin duda, una de las cafeterías más pintorescas del Bierzo... todavía no ha llegado el frío, pero cuando los días son fríos, hay pocas cosas que presten más que acercarse hasta aquí a tomar un té junto al calorcito que desprende el fuego de la chimenea... tanto Balboa como Cantejeira son pueblos que asocio al Invierno por ello, y a los que procuro venir bastante en esas fechas.


Este es el track de la ruta en Wikiloc: http://es.wikiloc.com/wikiloc/view.do?id=3470307 (aprox. 4 km.)

lunes, 8 de octubre de 2012

Monumento Natural Costa de Dexo-Serrantes (La Coruña)

Aprox 7 km. / 2h.

La Coruña es una de las ciudades más bonitas de España, esto no creo que le extrañe a nadie, pero quizá el entorno sea un poco más desconocido. Este Sábado estuvimos recorriendo parte del sendero PR G-87 dentro del Monumento Natural Costa de Dexo-Serrantes, entre las localidades de Mera y Lorbe, a pocos kilómetros de la capital coruñesa, comprobando que el entorno está a la altura de la ciudad: merece la pena conocerlo.


Comenzamos a caminar desde el Puerto de Dexo, una pequeña cala con un bonito merendero a la que me imagino que llaman puerto porque cuenta con los restos de una grúa, con la que elevarían, años atrás, pequeñas embarcaciones. Cogimos el camino hacia la izquierda, hacia Mera, atravesando en primer lugar un bosque de pinos y eucaliptos, seguimos nuestro camino sobre los acantilados, desde los que pudimos apreciar la fuerza del Océano Atlántico al batir contra las rocas; La marea estaba baja por lo que no pudimos disfrutar del espectáculo de las "furnas", agujeros que hay ido escavando el mar bajo la roca, por los que sale parte de la espuma que producen las olas al romper contra la orilla. 


El camino sigue sobre los acantilados, siempre con la Torre de Hércules y la ciudad de La Coruña al fondo,  hasta llegar a la Punta do Seixo Branco, donde se asentaba una antigua batería militar, de la que se conservan algunos restos, y desde donde se obtienen unas buenas vistas tanto de La Coruña como de su bahía. Ahí comenzó a llover por lo que dimos la vuelta...


Para volver, seguimos junto al mar hasta la playa de Canabal, cuyas aguas se vuelven azul turquesa, casi caribeñas, cuando brilla el Sol, eso nos dijeron al menos los anfitriones... ahí cogimos dirección al Castro de Subiña, volviéndonos a adentrar en el  bosque de eucaliptos que atravesamos al principio de la ruta, pese a que dimos varias vueltas para encontrar el castro, no lo conseguimos! <<al llegar a casa leí en Internet que la vegetación impedía acceder a los restos>>El castro esta junto al pueblo, por lo que el resto del camino lo hicimos por la carretera... 

Ruta interesante esta, me quedo con las ganas de hacerla entera, desde Lorbe a Mera un día soleado.

jueves, 4 de octubre de 2012

Hayedo de Busmayor

Aprox. 10 km. / 3 h.

Aprovechando que la semana pasada entró el Otoño nos acercamos hasta uno de los sitios donde, en teoría, mejor se aprecia la diversidad cromática de esta estación: El hayedo de Busmayor.


Le tenía ganas a esta ruta, ya que las referencias eran muy buenas, pero nuestra experiencia no fue la mejor. Al llegar al pueblo, un poco más allá de Villafranca, hay un cartel con varias propuestas de ruta, entre ellas una de unos 8 km. señalada en color rojo, por la que optamos nosotros. Siguiendo las indicaciones salimos del pueblo por una pista de bastante pendiente hasta llegar a un panel informativo en el que nos equivocamos!! Ahí la ruta se desvía por un pequeño sendero a la izquierda, mientras que nosotros seguimos por la pista influenciados por unas flechas rojas que probablemente fuesen de alguna prueba deportiva. Seguimos estas flechas durante un tiempo, alejándonos cada vez más del hayedo, hasta que tras descender por una senda, cada vez más cubierta por la maleza, perdimos todas las referencias, cruzamos “campo a través” una pradera hasta milagrosamente encontrar las marcas de otra de las rutas propuestas, en este caso la ruta azul, las seguimos, internándonos cada vez más en el hayedo; Pero a esta ruta, le ocurrió lo mismo que a la anterior, estaba perfectamente marcada, pero los caminos no estaban limpios y cada vez nos costaba más avanzar, ya que la maleza cubría totalmente el camino, y a cada paso que dábamos más difícil nos era encontrar y seguir las marcas. Nos vimos de nuevo en mitad de un prao, esta vez lleno de vacas, por lo que nos dio más apuro atravesarlo, son mansas, pero…  las rodeamos y voila! Nos vimos de lleno en la ruta roja, nuestra idea original, pero con todas las vueltas que habíamos dado durante la tarde, apenas nos dio tiempo para acercarnos hasta la cascada que hay justo al final de la ruta, regresando a Busmayor mientras los últimos rayos del sol iluminaban el hayedo.


Es un poco pronto, ya que en el hayedo todavía predomina el verde, me imagino que en breve el Otoño lo muestre en todo su esplendor. Espero volver pronto y hacer la ruta en condiciones, sin perdernos… y disfrutar completamente tanto de la ruta como del entorno en el que se realiza. Ya os contaré! ;)

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Entrada relacionada:

HAYEDO DE BUSMAYOR
Cualquier época del año es buena para salir a caminar, pero si hay un momento en el que el monte está especialmente bonito, es en estos días de otoño.
En otoño, el monte se muestra en todo su esplendor, con infinidad de colores que te embriagan a cada paso que das, mostrando una tonalidad que varía de un día a otro, de un lugar a otro, convirtiendo cada salida en una nueva y  [...]

martes, 2 de octubre de 2012

ALPES 2012 | 5. Nid d'Aigle

Aunque el título debería ser: "Intento frustrado de ascenso al refugio Nido de Águila".

Aprox. 20 km. / 7 h.

Era nuestro último trekking en Chamonix y teníamos que hacer algo acorde a los días anteriores: Agujas Rojas, Glaciar de Argentière y Aiguille du Midi. Tras barajar algunas opciones nos decantamos por acercarnos todo lo que nos fuera posible al Mont Blanc por su principal vía de acceso, desde el pueblo de Les Houches en dirección al Refugio Nido de Águila, a 2.370 m.


Para llegar a Les Houches, un pequeño pueblo a la entrada del valle desde el que iniciamos nuestra ruta, cogimos la linea 100 del autobús de Chamonix. Nos bajamos en la parada que hay frente a la oficina de turismo, por lo que aprovechamos para entrar y preguntar que tal estaba la ruta de subida, ahí nos llevamos un pequeño varapalo al conocer que la vía de acceso al refugio Nido de Águila estaba cortada, para llegar allí tendríamos que rodear por el camino des Rognes. Lejos de desanimarnos nos pusimos en camino con la intención de llegar hasta allí igualmente.

Ésta es la principal ruta de acceso al Mont Blanc, desde que en 1786 Jacques Balmat y Michel Paccard hicieron cima con éxito,  miles de alpinistas han subido por aquí para alcanzar el techo de Europa, pero ahora ya casi nadie toma este camino ya que es mucho más asequible coger el teleférico que sube hasta Belleuve, y allí tomar el Tramway du Mont Blanc hasta el refugio Nido de Águila, ahorrándose los 1.300 m. de desnivel que si afrontaríamos nosotros.

El camino trascurre mayormente por un bonito sendero que sube zigzagueando entre arboles, aunque no es ningún paseo ya que a la gran cantidad de desnivel que sube se le unen un par de pasos complicados que, con varios derrumbes en el camino, nos hacen ver la peligrosidad del mismo. Nosotros apenas cargábamos con un chubasquero y unos bocadillos en nuestra espalda, pero me imagino hacer esta ruta con una mochila para ascender a cumbre, de varios kilos de peso, teniendo en cuenta que este es el primer tramo de una ascensión que, como mínimo necesitará otros dos días más de subida... ¡Uf! ¡Debe ser realmente duro!.


A medida que íbamos ganando altura, las vistas se hacían cada vez más impresionantes, no pudiendo quitar nuestra vista del teleférico que sube a Aiguille du Midi, ya que desde aquí se ve de forma espectacular como salva el desnivel para llegar hasta la punta.

Teleférico subiendo a Aiguille du Midi.

El camino sube hasta el Col du Mont Lachat (2.025 m.), una pradera desde la que se puede disfrutar del silencio de la montaña mientras se divisa el impresionante valle de Chamonix, franqueado por las Agujas Rojas de un lado y las Agujas de Chamonix del otro. Allí nos encontramos a gente absorta, relajada, con la vista perdida en el horizonte... nosotros también lo probamos y, pese a la "solana" que había en ese momento es una experiencia totalmente recomendable, creo que habrá pocos lugares en el mundo con la belleza de este valle...

Mont Lachat, de fondo el Valle de Chamonix.

Bajo esta pradera, y ya mirando hacía el otro lado se encuentra la estación de tren de Mont Lachat, en estos momentos última parada del Tramway du Mont Blanc y desde donde la mayoría de los alpinistas inicia su ascensión al Mont Blanc. Hasta ese momento, salvo en la ascensión al Lago Blanco, apenas nos habíamos cruzado con más gente, y los grupos que nos cruzamos eran de nuestro estilo: excursionistas haciendo trekking por los Alpes, pero ahora no, en el camino nos acompañaban solamente alpinistas, los domingueros no subían por aquí. Cada vez que adelantábamos a uno mis pensamientos intentaban sentir lo que ella o él pensaban en ese momento, a dos días de hacer cumbre en la montaña más alta de Europa, me imagino que en ese momento le iría dando vueltas al material que llevaba, a la climatología, a si paraba en Nid d'Aigle o subía hasta el Refugio Goûter, etc. En fin, ¡Para que pensar en ello si a día de hoy es algo inaccesible para mi!! En cambio, cada vez que nos cruzábamos a los alpinistas que bajaban, la sensación era diferente, muy pocos bajaban en condiciones, la mayoría bajaba con la cara desencaja, la mirada perdida, medio tambaleándose en su caminar, con claros gestos de haber vivido una inmensa fatiga. En esos momentos, mi mente reflexionaba en si realmente merece la pena someter al cuerpo a un esfuerzo así.. en mi caso, de poder hacerlo, creo que no tendría dudas, la experiencia de ver el mundo desde allí arriba, junto con la satisfacción que debe suponer el coronar, creo que bien suman más que un poco de sufrimiento.


Mientras yo iba en mi mundo, pensando en cumbres, en el Mont Blanc, en el Himalaya, etc. apenas le iba prestando atención a la ruta por la que íbamos, al principio muy pedregosa, subiendo en zig-zag por una ladera y luego a través de una cornisa sobre el valle... no me daba cuenta pero mientras yo dejaba volar mi imaginación, Andrés y Marcos debían ir sufriendo por el vértigo, ya que a la izquierda del sendero había cientos de metros de caída... en ese momento habríamos hecho la mitad del camino hasta la cabaña des Rognes, y lo que veíamos hacía adelante parecía cada vez más peligroso, con el añadido de que a cada paso que dábamos ganábamos más altura, por lo que el fondo del valle cada vez estaba más lejos; Ahí decidimos que no merecía la pena sufrir más, no se que se siente al sufrir vértigo, pero a los Alpes habíamos venido a disfrutar, sino podíamos llegar al refugio era lo mismo, ya aprovecharíamos la tarde en conocer otros lugares...


El descenso lo hicimos más tranquilos, volviendo a Les Houches a través de otra senda por la que aunque recorrimos más distancia, el desnivel no fue tan pronunciado. Mientras bajábamos nos fijamos en la cantidad de níscalos que había por la zona, como Marcos estaba convencido de que eran comestibles, juntamos una bolsa de ellos para cenar esa noche, aunque nuestro gozo duro solo hasta que llegamos al autobús y vimos que con el vaivén del caminar en la bolsa se habían estropeado la mayoría, por lo que el revuelto de setas tendría que quedar para mejor ocasión... :(


Aprovechando que llegamos pronto a Chamonix y que, caminando por el pueblo días antes habíamos visto una lavandería de esas que sale en las peliculas de Estados Unidos, en las que hay un montón de lavadoras y tú llevas allí tu ropa, hicimos la colada... de esta manera, llegaríamos con todo limpio a Zermatt. La lavandería en cuestión está frente a las taquillas del teleférico que sube a Aguille du Midi y aunque el resultado fue bastante decepcionante en cuanto a la limpieza, al menos si sirvió para quitarle el "olor a cabra" a la ropa.

Esa tarde la aprovechamos para organizar nuestras maletas, ya que al día siguiente saldríamos pronto para Zermatt y para aprovechar las "happy hour" que ofrecen la mayoría de los bares de Chamonix, había que despedirse en condiciones de un pueblo en el que habíamos vivido experiencias tan maravillosas.


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Gastos a tener en cuenta:
- Billete de bus hasta Les Houches: 1,50€
- Lavandería: 6,50€

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