domingo, 30 de diciembre de 2012

XXXIV San Silvestre Berciana

"21 uvas... y media", así se denominó este año la tradicional San Silvestre Berciana, que cumple ya la nada despreciable cifra de treinta y cuatro ediciones. 

lunes, 17 de diciembre de 2012

Pico Valdeiglesias (2.136 m.)

Aunque esta ruta ya la hice hace un tiempo la rescato para el blog, ya que tanto el Pico Valdeiglesias, como el entorno en el que está situado bien lo merecen.

Con sus 2.136 metros de altitud el Pico Valdeiglesias es el monte más alto del Bierzo, pese a que la mayoría de la gente le ceda esos honores al cercano Pico Catoute (2.117 m), ambos situados en la Sierra de Gistredo. Esto es debido a que el municipio de Páramo del Sil, al que pertenece Valdeiglesias, hace poco que forma parte de los límites de la comarca.

martes, 11 de diciembre de 2012

ALPES 2012 | 11. Jungfraujoch, Top of Europe

Miércoles 8 de Agosto. Llevábamos 10 días por los Alpes disfrutando de parajes increíbles y este, nuestro último día, no iba a ser menos. Aunque el día anterior el clima no estuvo del todo bien, haciendo caso a las predicciones metereológicas nos arriesgamos y compramos los billetes para el Jungfraubahn, el ferrocarril de montaña que sube, atravesando el corazón del Monte Eiger, a la estación de tren más alta de Europa, a 3.454 metros de altura. Una vez arriba, en Jungfraujoch: "el techo de Europa", obtendríamos unas vistas asombrosas de los montes Jungfrau, Mönch y Eiger, así como del glaciar más extenso, largo y profundo de los Alpes: El glaciar Aletsch, todo ello declarado patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.

Jungfraubahn.

El día amaneció perfecto, así que pese al madrugón para coger el tren, estábamos contentos. Veríamos uno de los lugares mas asombrosos de los Alpes en un día espectacular para poder disfrutarlo al máximo.

El primer tren lo cogimos en la estación de Interlaken Ost. El Jungfraubahn es una de las mayores atracciones turísticas a nivel mundial. Pese a que madrugamos, la estación estaba a tope de gente, y en el tren fuimos como sardinas enlatadas, esto quizá es algo criticable, ya que el tren vale la nada despreciable cantidad de 150€ ¡Qué menos que por ese precio las plazas vayan numeradas! o, al menos, los vagones no tan sobrecargados... es una pena, porque el trayecto del tren a través del valle de Lauterbrunnen, de haber podido mirar por las ventanas del tren en lugar de mirar la coronilla del pasajero que iba junto a mi, hubiese sido un trayecto para disfrutar.

Kleine Scheidegg.

Este primer tren llega hasta Kleine Scheidegg, a las faldas de Mönch y Eiger. Con la atención totalmente puesta en subir a la cima apenas paramos más que para hacer el trasbordo, menos mal que luego bajamos con tiempo, ya que Kleine Scheidegg es un lugar por el que merece la pena dar una vuelta. 

Desde aquí el paisaje cambia por completo, mientras antes el tren circulaba entre los valles, ahora se adentra totalmente en la montaña. En los 7 kilómetros que hay entre Kleine Scheidegg (2.061 m) y Jungfraujoch (3.454 m), solo el primer tramo es al aire libre, una vez pasada la estación de Eigerletscher (2.320 m) el tren recorre el interior del Monte Eiger a través de un túnel escavado en la roca. En este tramo nuestro único contacto con el exterior es la proyección de un vídeo en las pantallas del tren, donde nos muestran el récord de ascensión de la cara norte del Eiger, en poder del suizo Ueli Steck, que escaló una de las vías más complicadas del mundo en 2h 47'. Este tipo de hazañas te hacen replantearte donde está realmente el límite, hay personas que consiguen retos realmente increíbles!.


Glaciar Aletsch, visto desde Sphinx-Jungfraujoch (3.571 m.)

Una vez arriba, en el "Top of Europe" a 3.454 metros, lo primero que llama la atención es la vista hacía el Glaciar Alestsch, inmenso, interminable... kilómetros y kilómetros de hielo, su visión se pierde en el horizonte sin atisbar su final... ¡Impresionante! Una vez realizada una panorámica del exterior, donde junto al glaciar Alestsch destacan el Jungfrau (4.158 m.) y el Mönch (4.107 m.), comienza uno a fijarse en el interior. Jungfraujosch es una gran galería comercial, llena de stands de grandes marcas suizas: Tissot, Lindt, Victorinox, etc... souvenirs del Jungfraujoch y del Jungfraubahn, y varios restaurantes, incluidos algunos temáticos como un hindú, en otras palabras, una fabrica de generar dinero a 4.000 metros de altura.


 Mönch (4.107 m.), visto desde Sphinx-Jungfraujoch (3.571 m.)


Jungfrau (4.158 m.), visto desde Sphinx-Jungfraujoch (3.571 m.)

En esa planta tampoco perdimos mucho tiempo, el justo para adaptarnos sin problemas a la altitud. Acto seguido cogimos un ascensor que nos subiría 117 metros más, hasta el centro de investigación y terraza panorámica de Sphinx, el edificio construido a mayor altitud en el continente europeo a 3.571 metros sobre el nivel del mar. En esta terraza, donde la temperatura descendió hasta 1ºC de temperatura, gozamos de unas perfectas vistas del valle de Lauterbrunnen, con Interlaken al fondo, así como de los mencionados glacias Aletsch, y los Montes Jungfrau y Mönch, entre otros... probablemente casi todos por encima de los 4.000 metros.


Esculturas en el Palacio de Hielo, Jungfraujoch.

Tras deleitarnos con todo lo que estábamos viendo, volvimos al interior de la montaña, donde recorrimos lo que han denominado como "Alpine Sensation", una sucesión de estancias en las que visitamos una sala de proyecciones, donde intentan que consigas las sensaciones que tendrías al estar en el interior de un glaciar; una especie de museo donde a través de imágenes antiguas recrean la construcción de la estación, del túnel y la linea de ferrocarril que sube hasta aquí; otra sala con la evolución del turismo en la zona del Jungfrau, etc... además de un palacio de hielo, donde tienen diversas e interesantes esculturas de hielo.


Observatorio Sphinx y estación de Jungfraujoch.

Tras esta visita "cultural" por el interior de la montaña, volvimos a salir al exterior, en esta ocasión a la "Glacier Plateau", un espacio acotado sobre el hielo de la montaña, justo bajo el Jungfrau, pese a estar acordonado la sensación era muy diferente a la que teníamos en la terraza, aquí estábamos directamente sobre la montaña, nuestros pies pisaban el hielo, y unos metros más allá del cordón intuíamos el vacío, cientos de metros de caída, realmente acojonaba un poco estar en aquel lugar! Por momentos, nos sentimos alpinistas, con el riesgo que conlleva el caminar sobre la montaña!

 Chiringuito sobre el glaciar Aletsch, Jungfraujoch.

Sobre el Glaciar Aletsch.

Tras estar bajo el Jungfrau, cruzamos de nuevo la montaña para volver a salir al exterior, en esta ocasión hacia el lado contrario, junto al Mönch. En esta parte del glaciar hay un sorprendente parque de atracciones, con cierto aire ibicenco, música chill-out y varias hamacas y puffs sobre la nieve, donde disfrutar de un buen gofre de chocolate caliente o una buena ginebra de importación. Junto al "chiringuito" hay una tirolina que partiendo de la montaña, cruza por el aire cientos de metros sobre el glaciar, y una pequeña pista de esquí donde había tanto gente con esquís o tablas, como niños (y no tan niños) descendiendo con flotadores. Nosotros dejamos atrás todo esto y nos hicimos una ruta sobre el glaciar, hasta el refugio Mönchsjochhütte, punto de partida para muchos escaladores que quieren hacer cima tanto en el Mönch como en el Eiger.


Glaciar Aletsch.

Caminando por el glaciar, de fondo Sphinx (3.571 m.) y Jungfrau (4.158 m.).

El trekking sobre el glaciar fue algo realmente impresionante, no siempre se tiene la ocasión de caminar a casi 4.000 metros de altura, y aunque el trayecto entre Jungfraujoch y Mönchjochhütte dura apenas 2 kilómetros, es lo suficiente para considerarlo como una de las mejores experiencias de mi vida, no creo que nunca vuelva a tener la oportunidad de caminar en un enclave como este, sobre uno de los glaciares más extensos del mundo, y bajo montañas tan míticas de los Alpes como Jungfrau, Mönch y Eiger, todo ello patrimonio de la humanidad.


 Cabaña Mönchsjochhütte (3.658 m.).


El trekking, tanto en la ida como en la vuelta fue un disfrute continuo, pese a que debido a la altitud nos cansábamos rápidamente, cada paso merecía la pena, según fuimos avanzando, vimos como la estación de Jungfraujoch quedaba cada vez más lejos, cada vez más pequeña, cada vez más insignificante en comparación con las moles que la rodean. Al pasar bajo el Mönch pudimos ver como había gente en la cima, buf! No puedo describir lo que sentiría si alguna vez pudiese estar en su lugar... 



 Eigerjoch, de fondo a la derecha, la cara sur del Eiger (3.970 m.).

Una vez en la cabaña, y tras batir nuestro récord de altitud caminando (por medios mecánicos, ya habíamos estado a 3.848 m. en Aiguille du Midi, Chamonix), nos deleitamos con las impresionantes vistas que había desde allí, tanto de la zona que ya 
conocíamos: Jungfrau-Aletsch, como del nuevo valle que se abría ante nuestros ojos: Eigerjoch, con la cima sur del Eiger al fondo. Allí, en aquel refugio, colgado de la montaña, rodeados de auténticos alpinistas, dejamos de sentirnos meros domingueros, por un momento estábamos junto a la élite del alpinismo, a 4.000 metros de altura ¡Qué grata experiencia!! En el tiempo que estuvimos en el refugio, disfrutando del entorno, vimos como llegaron varias expediciones de alpinistas que vendrían de coronar la cara sur del Eiger, o cualquiera de los grandes picos que nos rodeaban, ¡Cómo los envidio!


Nuestro récord de altitud caminando...



Registramos el track de la ruta en Wikiloc, este es: http://es.wikiloc.com/wikiloc/view.do?id=3338033.

Volvimos a la estación de Junfraujoch disfrutando cada paso que dábamos, volvimos a subir a la terraza panorámica y volvimos a llenar las tarjetas de nuestras cámaras con fotos y vídeos... tardaremos tiempo en estar en un lugar así!

Eigergletscher (2.320 metros).

La visita al Junfraujoch nos había llevado toda la mañana y parte de la tarde, estábamos hambrientos, por lo que cuando cogimos el tren para bajar paramos en la primera estación que pudimos: Eigergletscher. Allí comimos en unos bancos sobre el barranco, con vistas sobre todo el valle de Grindelwald, pocas comidas en mi vida me han sentado tan bien como aquella ¡Ningún "tres estrellas Michelín" podrá nunca ofrecerme nada igual!



Lago artificial junto a Eigergletscher, de fondo, la cara norte del Eiger (3.970 metros).


Desde Eigergletscher teníamos la opción de bajar hasta Grindelwald, realizando la ruta "Eiger trail", según dicen una de las más espectaculares de Suiza, al pie de la imponente cara norte del Eiger, pero entre que íbamos un poco justos de tiempo y que, porque no decirlo también,  nuestras piernas a esas alturas llevaban ya unos 200 kilómetros y decenas de miles de metros de desnivel acumulado y no estaban ya para muchos trotes, nos decantamos por algo más sencillito: el "Jungfrau Eiger Walk", un camino a lo largo de impresionantes morrenas que en poco menos de una hora nos dejaría en la estación de Kleine Scheidegg, donde cogeríamos el tren que nos llevaría a Grindelwald.


Tras nosotros, la cara norte del Eiger (3.970 metros).

Habíamos calculado el tiempo para llegar justo a la salida del tren, pero por suerte para nosotros nos confundimos al mirar los horarios y el tren salió de la estación justo cuando nosotros llegábamos,  eso nos dio tiempo a dar una vuelta por Kleine Scheidegg, quizá el mejor mirador sobre el Monte Eiger. Cuentan que muchos suizos, vienen con sus prismáticos a alguna de las terrazas que enfocan hacía la cara norte y observan como los escaladores suben una de las vías más complicadas del planeta, aunque intentamos fijarnos no conseguimos ver a nadie escalando por allí, pocas personas estarán capacitadas para hacerlo, hace no mucho leí una lista en la que se colocaba al Eiger como la 9ª montaña más complicada del mundo, por encima de otras más conocidas como, por ejemplo, el Monte Everest.

Grindelwald.

En Kleine Scheidegg cogimos el último tren, por lo que en Grindelwald apenas tuvimos tiempo para tomar una merecida cerveza, con la mirada fija en el Eiger, "el ogro" traduciendo al castellano, viendo la cara norte no me extraña que lo llamarán así; y dar un pequeño paseo por sus calles, estuvimos poco tiempo allí, pero me dio la sensación de ser un pueblo en el que todo tiene que ver con la montaña, los alpinistas se alojaran aquí y no en Interlaken como nosotros....

En tren, hacía Interlaken.

Nos despedimos de Grindelwald y de la cadena del Jungfrau y emprendimos nuestro viaje de regreso a Interlaken, en silencio, pensando en que este había sido nuestro último día en los Alpes, el día siguiente cogeríamos otra vez el avión que, desde Ginebra, nos devolvería de nuevo a España... 

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Gastos a tener en cuenta:
- Jungfraubahn: 95,10CHF *Descuento del 50% por ser campeones de Europa.


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Relacionada:



Crónica de un viaje a los Alpes.

12 días: Chamonix, Zermatt e Interlaken.
Verano 2012.

sábado, 8 de diciembre de 2012

Descubriendo nuevas sendas...

Presta salir con gente nueva porque siempre descubres sendas nuevas, y más cuando el guía es un "mapa andante" de este mundillo del MTB en El Bierzo como es Lobato.

lunes, 3 de diciembre de 2012

ALPES 2012 | 10. Interlaken / Harder Kulm

Cuando meses atrás, planificamos nuestro viaje a los Alpes, dejamos los dos últimos días del viaje un poco en aire, a expensas de, sobre la marcha e "in situ", buscar el mejor plan posible... Creo que no nos equivocamos, ya que mientras en España teníamos alguna duda sobre si seguir explorando montañas o, en cambio, darle un giro más cultural al viaje, visitando ciudades como Lausanne o Ginebra, una vez allí no hubo ninguna duda ¡teníamos que aprovechar nuestro viaje alpino al máximo! ¡Ya tendríamos tiempo de volver a Suiza en un plan distinto! Entre las distintas opciones que habíamos barajado desde España, había una que destacaba por encima de todas las demás: El Jungfraubahn, el tren cremallera que sube hasta la estación de Jungfraujoch, la estación de ferrocarril más alta de Europa, 3.454 metros sobre el nivel del mar. Nos echaba un poco para atrás el precio: casi 200CHF (unos 160€) por persona, pero aprovechando una oferta en la que la empresa felicitaba a la selección española de fútbol, recientemente campeona de Europa, con un 50% de descuento a todos los españoles decidimos hacer un último esfuerzo y subir a uno de los lugares más impresionantes de los Alpes. ¡No nos arrepentimos!

Para subir al Jungfrau, nos desplazamos hasta Interlaken, "Entre lagos" en la lengua de Cervantes, donde pasamos dos noches en el hostal Funny Farm (así describí, en Tripadvisor,  nuestra estancia). Zermatt e Interlaken no están demasiado lejos, creo recordar que en poco más de una hora habíamos cubierto el viaje, con cuatro trasbordos incluidos (en Brig, en Visp, en Lötschberg y en Spiez), por supuesto, como en todo nuestro recorrido por Suiza, en tren.

Interlaken (Suiza).

Interlaken es una pequeña ciudad, situada entre los lagos Thun y Brienz, en el centro de Suiza. El río Aar, canalizado, atraviesa la ciudad, uniendo ambos lagos. Tanto la construcción como el ambiente es muy diferente a lo que vimos en Chamonix o en Zermatt. Interlaken está enfocada al turismo, pero no tanto al turismo de montaña, sino  a un turismo más "señoritingo", viendo los lagos me imagino que sea un sitio de vacaciones muy frecuentado por los suizos. Respecto a los edificios, la mayoría son casas pequeñas, sin superar las dos alturas, totalmente engalanadas con banderas del país: Suiza, del cantón: Berna, y con los escudos del distrito de Interlaken y, como suele ser habitual en Suiza, todos los balcones exhiben numerosas y floridas flores. Los únicos edificios que rompen un poco el paisaje son los hoteles ¡vaya hoteles! Creo que en pocos lugares del mundo he visto tantos hoteles de lujo juntos!

Interlaken (Suiza).

El color que predomina, aparte del rojo y del amarillo de las banderas, es el verde. El paisaje es muy diferente a lo que habíamos visto hasta ahora en los Alpes, aunque desde Interlaken se ve perfectamente la cadena del Jungfrau (4.518 m.), las montañas que rodean tanto el valle como los lagos apenas superan los 2.000 metros, totalmente cubiertas por frondosos bosques.


Interlaken (Suiza).

En la cima de una de estas montañas se encuentra Harder Kulm, una plataforma que hace de mirador sobre la ciudad, los lagos y la cadena del Jungfrau. Como todo lo relativo al check in lo hicimos por la mañana aprovechamos la tarde para hacer un trekking hasta allá arriba.

La subida es bastante fuerte al principio, ganando mucha altura a través de un arreglado camino entre los arboles. A diferencia de rutas anteriores, esta es un poco más "urbana", ya que cada poco cuenta con bancos en los que poder relajarse un poco, y con pequeños miradores desde donde ver el pueblo de Interlaken, cada vez más abajo, y disfrutar de las vistas a la cadena del Jungfrau. Una vez que se sube ese primer tramo duro, la subida es más sostenida, aunque siempre picando fuerte hacía arriba. Como el camino transcurre metido entre la vegetación, apenas vamos viendo más paisaje que el bosque por el que subimos, aunque todo eso cambia al llegar a la cima. En poco más de cuatro kilómetros nos habíamos elevado prácticamente mil metros, por lo que las vistas desde allí arriba son espectaculares. Para más inri, hay una plataforma sobre el vacío, desde allí nada te molesta para poder disfrutar en todo su esplendor del paisaje que nos brinda el valle, con los dos lagos, de agua celeste, abajo, y el macizo del Jungfrau, blanco, nevado... justo enfrente.

Harder Kulm

Puesto que la ruta hasta el mirador de Harder Kulm es una pasada, pero quizá algo corta, decidimos bajar por otro camino, rodeando más hacía la izquierda, evitando así el desnivel tan pronunciado, ya que por este otro lado, en dirección a Ringgenberg al hacer más kilómetros, el desnivel no es tan brusco. La bajada por este lado, es estéticamente muy parecida a la subida, siempre rodeados de arboles, salvo en pequeños claros en los que nos quedábamos impresionados con el verde de los Alpes, por momentos me recordaba a mis caminatas por Asturias o Cantabria.

Ringgenberg es un pequeño pueblo de chalecitos, ubicado junto al lago Brienz. Allí visitamos las ruinas de una pequeña fortaleza, edificada junto a la iglesia y el lago, donde, tras la intensa caminata, nos relajamos un poco, sentados en la torre, con bonitas vistas hacía el lago. 

Castillo de Ringgenberg

Acto seguido, volvimos al hotel, donde cenamos tranquilamente en nuestra terraza, con la mirada fija en el Jungfrau... el día siguiente, ¡estaríamos allí arriba!

Este es el track de la ruta en Wikiloc: http://es.wikiloc.com/wikiloc/view.do?id=3338022 (Aprox. 16 km.).

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Gastos a tener en cuenta:
- Tren Brig/Visp - Lötschberg - Spiez - Interlaken: 76 CHF

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Verano 2012.

martes, 20 de noviembre de 2012

Senda de los Canteros. Ponferrada - San Miguel de las Dueñas

Aprox. 10 km. / 1h

Creo que a estas alturas quedará poca gente en Ponferrada que no conozca esta senda. Lleva abierta poco más de un año, pero su cercanía a la ciudad, el espectacular entorno por el que discurre, y la escasa dificultad que tiene su perfil, hacen que este sea un lugar ideal para recorrerlo tanto en bici, como corriendo o caminando, convirtiéndose en poco tiempo en una de las rutas más transitadas de la zona.



Para llegar al comienzo de la ruta hay varias opciones, pero lo normal es acceder bien desde la parte alta de la ciudad o bien desde la carretera de Molinaseca:

  •  Desde Ponferrada: Situándonos en la Glorieta del cine, avanzamos por la Avenida del castillo hasta la segunda calle que cruza a la izquierda, giramos por ella y seguimos la calle, conocida por "el Caminín", hasta que desaparece el asfalto, ahí cogemos la pista que baja a la derecha en dirección a las vías del tren, seguimos esta senda, en paralelo a las vías, hasta llegar al cartel de la imagen, donde comienza la "Senda de los Canteros".
  •  Desde la Carretera de Molina: Cogemos la carretera que une Ponferrada con Molinaseca, hasta llegar al puente que cruza el río Boeza (el primer y único puente sobre el río), justo antes del puente cogemos un camino que sube a la izquierda, entre las ruinas de unas casas abandonadas, lo seguimos, cruzamos las vías del tren y acto seguido ya estaremos junto al cartel de comienzo de ruta.
El trayecto, desde este cartel hasta el que marca el comienzo de la ruta desde el otro lado, será de unos cinco kilómetros, ocho km. si llegamos hasta San Miguel de las Dueñas.


Una vez cogida la senda, esta no tiene perdida, ya que no hay ningún desvío hasta el final. Trascurre siempre sobre el cañón que forma el Río Boeza, por encima de las vías del tren, en paralelo al río. Salvo al principio que se gana algo de altura, la senda es relativamente llana, con un continuo sube y baja pero sin grandes desniveles, muy cómoda tanto para caminar como para correr. En algunos momentos se adentra un poco entre la vegetación, mayormente encinas, atravesando algunos puentes que han construido para hacer más cómoda la ruta, pero la mayor parte del tiempo va en un "balcón" sobre el río, obteniendo desde casi cualquier punto de la ruta unas bonitas panorámicas sobre el cañón o garganta que ha ido formando el río a través de los años... si no recuerdo mal, a mayores, hay al menos dos miradores, donde es recomendable parar y deleitarse con el paisaje.

La ruta acaba en unas peñas sobre el río, donde la opción es volver a Ponferrada por el mismo camino o seguir hasta San Miguel de las Dueñas, también a través de sendas. Si optamos por seguir hasta San Miguel nos encontraremos con un cartel que nos hace elegir si bajar directamente al pueblo, o bien ir por la "Fuente Cimera", cualquiera de las dos sendas son igual de chulas, por lo que ahí ya depende de la sed que tengamos, aunque un trago de agua fresquita siempre se agradece después de una ruta como esta! :)



Este es el track de la ruta en Wikiloc: http://es.wikiloc.com/wikiloc/view.do?id=3606377 (Aprox. 9 km.)

PD: No conozco ni a "Sherpa", ni a "Demonio", los dos que de forma altruista, me imagino que con la ayuda de más gente, han trabajado duro para hacer esta senda, para que el resto la podamos disfrutar. Viendo la ruta se han tenido que pegar un tute enorme, así que lo mínimo que puedo hacer desde aquí es agradecerles su trabajo. Aunque llevo ya tiempo en este mundillo no dejo de sorprenderme con la gente, con como trabaja para preparar y arreglar las sendas, sin obtener nada a cambio. La mayoría de los caminos sobreviven gracias a la solidaridad de estas personas, el monte no sería lo mismo sin ellas, así que, lo dicho: Gracias!

sábado, 17 de noviembre de 2012

ALPES 2012 | 9. Ruta de los 5 lagos, Zermatt.

Aprox. 26 km. / 8 h

Desafortunadamente el día volvió a amanecer muy inestable, pero como era nuestro último día en Zermatt y, en principio, nuestro último trekking por los Alpes, salimos igualmente a la montaña, aún a sabiendas de que probablemente la lluvia, el frío y la niebla harían que la jornada fuese muy dura. Eso si, para evitar riesgos, esta vez no improvisamos y seguimos un track GPS que nos habíamos descargado en España, uno de los pocos que habíamos encontrado del entorno de Zermatt: "La ruta de los 5 lagos" desde Sunnegga.

Sunnegga es un restaurante situado a 2.288 m. al que se accede en un funicular subterráneo desde Zermatt, dicen que es uno de los lugares más bonitos de la zona, ya que desde allí se ve perfectamente todo el valle de Zermatt y el Matterhorn en todo su esplendor... nosotros solo vimos niebla! Así que no puedo corroborarlo, pero por su situación estratégica me imagino que así sea. Para subir hasta Sunnegga, optamos por subir vía Tufteren, un complejo de cabañas que, supongo, tendrá su auge en la temporada de esquí. El camino hasta allí, sube a través de un frondoso bosque y, como en las anteriores rutas por los Alpes, gana altura a pasos agigantados. Nosotros, a esas alturas, ya estábamos acostumbrados, pero ahora lo pienso y uf! subir casi 1.000 m. en apenas 3 kilómetros no esta al alcance de todo el mundo, y más cuando haces esto durante dos semanas seguidas! Normal que en estos últimos días las piernas ya lo notasen!

Leisee, Lago Lei.

Junto a Sunnega está el primero de los numerosos lagos glaciares que hay por la zona: "El Lago Lei". Me imagino que este sea el más visitado de todos ya que esta junto al funicular y cuenta con una zona de ocio bastante completa, con merenderos de piedra, parrillas, un parque infantil y el mencionado restaurante de Sunnegga. El día no estaba para que hubiese mucha gente, aún así notamos cierta actividad, gente junto al lago, algún que otro senderista como nosotros y pocos turistas en general, algunos salían de la estación del funicular y viendo como estaba el clima volvían a entrar rápidamente. 

Hubo un rato que llovió con fuerza por lo que estuvimos cierto tiempo junto al lago, resguardados bajo una cabaña de madera. En ningún momento paró de llover, aun así, cuando amainó un poco dejamos nuestro refugio y seguimos nuestra ruta, rumbo al segundo lago: "Lago Moosji", que se encuentra a un kilómetro escaso del primer lago. El camino marcado da un ligero rodeo, me imagino que para pasar por alguno de los muchos restaurantes que pueblan la zona, nosotros en cambio optamos por bajar casi en línea recta,  a través de un sendero que unía ambos lagos.

Moosjisee, Lago Moosji.

Este lago destaca sobre los demás por el peculiar color de sus aguas, de un color blanquecino, en parte me recordó al Lago Blanco, que habíamos visitado la semana anterior en Chamonix, me imagino que el color se deba a que sus aguas provienen del deshielo de un glaciar, en este caso del Glaciar Findelgletscher.

El tercero de los lagos del día: "el Lago Grün", está en la otra ladera del valle. Para llegar hasta allí primero hay que cruzar un torrente, que según estaba el día bajaba con bastante caudal, y luego subir por una senda que serpentea entre los arboles. El agua de este lago, por lo visto no debe estar demasiado fría ya que cuando llegamos había una mujer bañándose, que sorprendentemente hablaba español y ante nuestro asombro, nos informó de las bondades que tenía para el cuerpo el bañarse todos los días en lagos como este, aunque nos intentó convencer de que el agua estaba en su punto, el método científico (¡tocar el agua!) nos dijo lo contrario, así que nos despedimos gentilmente de ella, pero no nos planteamos el darnos un baño, quizá la próxima vez, con más temperatura ambiente y ropa para cambiarnos...


Grünsee, Lago Grün.

Sin el baño, proseguimos nuestra ruta, con dirección al Lago Grindji, otra vez en esta ladera del valle, pero a mucha más altura que los dos primeros. La ruta sin salvar grandes desniveles desde Sunnegga siempre va subiendo.

El Lago Grindji para mi es el más chulo de todos, ya que está metido entre los arboles, dando la sensación de ser un lugar escondido. A diferencia de los demás, este si que podría ser el típico lago encantado de cuento, donde las leyendas esconden historias de espadas y doncellas... no se si habrá alguna leyenda sobre el lago, el caso es que a nosotros si que nos dio tiempo a divagar bastante sobre ello, puesto que cuando estábamos llegando, se puso a llover con tanta fuerza que tuvimos miedo de que el Goretex que llevábamos se quedase escaso, así que buscamos refugio bajo unas peñas que había junto al lago. Debió llover con mucha intensidad durante más de una hora, por lo que aprovechamos también para comer junto al lago. Las piedras no nos protegían del todo, pero nos daba respeto seguir caminado con el tiempo así, afortunadamente cuando empezábamos a pensar que nunca pararía, dejó de llover, momento que aprovechamos para avanzar hasta el quinto lago, regresando ya hacía Sunnega  por si el tiempo volvía a ponerse en nuestra contra y teníamos que acelerar nuestro retorno a Zermatt.


Grindjisee, Lago Grindji.

Ya no volvió a llover, en cambio el resto de nuestra ruta nos acompañó una niebla mucho más densa, impidiendo que pudiésemos disfrutar del impresionante paisaje por el que, sin duda, caminábamos, tanto es así que cuando llegamos al Lago Stelli, el quinto y último lago que visitaríamos ese día, apenas pudimos distinguir una orilla desde la otra, una lástima porque seguro que este lago, en un día claro, debe ser espectacular. Está situado en un alto, a 2.537 metros de altura, sobre el que se debe ver todo el Valle de Zermatt, así como el Matterhorn, que en un día bueno, además, se reflejaría perfectamente en sus aguas.


Stellise, Lago Stelli.

Para volver a Zermatt, omitimos volver a Sunnegga, descendiendo directamente desde Blauherd , una estación de teleférico a mitad de camino entre Sunnegga y el mirador del Rothorn (3.103 m.), hasta Tufteren, donde volvimos a coger el camino por el que habíamos subido horas atrás.

Buena prueba de que el clima en la montaña es impredecible, es que pese al día que habíamos tenido, el retorno a Zermatt lo hicimos bajo el Sol. El descenso, ya sin niebla, nos dejo bonitas imágenes, y más teniendo en cuenta que este era nuestro último día en Zermatt, por lo que bajamos haciendo un pequeño resumen de estos cuatro días, en los que aunque el tiempo nos impidió adentrarnos un poco más en la alta montaña, creo que los aprovechamos bien, llevándonos en nuestros recuerdos la esencia del pueblo y del valle.


Zermatt.

El día siguiente estaríamos en Interlaken, bajo el Jungfrau, y junto a una de las montañas más conocidas de los Alpes, el Eiger.


Este es el track de la ruta en Wikiloc:  http://es.wikiloc.com/wikiloc/view.do?id=3339189 (Aprox. 26 km.).

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Gastos a tener en cuenta: 
- Tasas Zermatt: 2,10 CHF persona/noche.


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lunes, 12 de noviembre de 2012

Pico Paisano (636 metros), desde Santa María del Naranco

Hablar de la iglesia de Santa María del Naranco es hablar, probablemente, de una de las construcciones más emblemáticas de Asturias, de visita obligada para todos los turistas que visitamos Oviedo. Aprovechando que este fin de semana estuvimos por allí, subimos hasta el Monte Naranco para ver de cerca un edificio que tantas veces habíamos visto en fotos...

Santa María del Naranco.

Aunque nosotros subimos en coche, se puede subir perfectamente caminando. Tanto esta iglesia como la cercana San Miguel de Lillo, están prácticamente en el entorno urbano de la ciudad. El Monte Naranco, en parte, me recuerda a nuestro Monte Pajariel, ya que mientras nosotros hacíamos turismo, numerosos ovetenses estaban practicando deporte: caminando, corriendo, en bicicleta, etc... la verdad es que, para los que nos gusta este mundillo ¡es un lujo tener un monte tan cerca de la ciudad!

San Miguel de Lillo.

San Miguel de Lillo, la otra iglesia prerrománica del Monte Naranco y otro de los grandes atractivos turísticos de Oviedo, está situada unos 300 metros más arriba. Los Domingos, tanto esta como la citada Santa María del Naranco, solo se pueden visitar en horario de mañana, puesto que nosotros no madrugamos lo suficiente, nos tuvimos que conformar con verlas por fuera. Una vez hecha la visita cultural, subimos hasta el Pico Paisano, el punto más alto del Monte Naranco, desde donde se obtienen unas bonitas panorámicas de la ciudad de Oviedo y del espectacular paisaje que nos brinda la geografía asturiana.

Sagrado Corazón, Pico Paisano (636 m.).

Supongo que se pueda acceder a la cima por alguna senda o camino, nosotros lo preguntamos tanto en la oficina de turismo de Oviedo, como a un conductor de autobuses que subía hasta las iglesias y no supieron decirnos, por lo que optamos por subir por la carretera. Por esta carretera se celebra anualmente la clásica ciclista: "La subida al Naranco", algo que se notaba no solo en la cantidad de ciclistas que nos cruzamos, sino también en la cantidad de mensajes de ánimo que aún se veían dibujados en el asfalto, la subida no me pareció excesivamente dura, pero quizá mi perspectiva cambie si algún día la realizo en bicicleta! Jeje... 

A unos dos kilómetros de la última iglesia, San Miguel de Lillo, la carretera se cruza con el sendero PR AS-239 que viene desde Puente Viejo, en Lugonés. Ahí cogimos este sendero, que nos llevaría ya hasta la cima. De primeras hay unas rampas considerables, salvando un desnivel importante en apenas 200 metros, pero luego el camino se suaviza bastante, siendo una subida bastante cómoda, a través de verdes campos, como es menester en Asturias, hasta la parte final donde vuelve a empinar un poco, pero al igual que al principio, durante un tramo muy corto, por lo que se hace bastante bien.

Oviedo, visto desde el Pico Paisano.

Arriba, en la cima, han construido un monumento al Sagrado Corazón de Jesús, al estilo Río de Janeiro pero más pequeño; un mirador desde el que se contempla la ciudad de Oviedo y los montes circundantes, ya nevados en esta época del año; y un área recreativa donde hacer un buen churrasco para compensar la subida. Allí estuvimos un rato, con la vista perdida en el horizonte, en los montes nevados... pensando ya en la temporada de nieve, que comienza en poco más de dos semanas! Acto seguido desandamos lo andado, para volver al coche y despedirnos de la ciudad de Oviedo, no sin antes tomar una sidra en uno de los numerosos restaurantes que hay sobre el Monte Naranco, con unas bonitas vistas de la ciudad.

Este es el track de la ruta en Wikiloc: http://es.wikiloc.com/wikiloc/view.do?id=3597340 (Aprox. 8 km.)

miércoles, 7 de noviembre de 2012

ALPES 2012 | 8. Gornerschlucht / Täsch

Quejarnos del tiempo sería demasiado egoísta por nuestra parte, creo que cualquiera que planee un viaje de dos semanas a los Alpes firmaría solo tener un par de días malos, a nosotros esos días nos tocaron en Zermatt. El factor climático es un riesgo que asumimos cuando planificamos nuestro viaje, la alta montaña es impredecible en ese sentido, por lo que fuimos equipados con ropa impermeable para salir a la montaña hiciese el tiempo que hiciese, pero como habíamos tenido suerte en los días anteriores, en este, nuestro tercer día en Zermatt, preferimos no pecar de valientes. Habíamos reservado esta jornada para acercarnos a los pies del Matterhorn, pero como el día amaneció horrible, con mucha niebla, frío y lluvia,  decidimos utilizar la mañana para hacer turismo por Zermatt, comprar souvenirs, etc... con la esperanza de que según fuese pasando el día, el clima nos diese una tregua.

Zermatt.

Como dije, el clima es impredecible en la alta montaña (Zermatt está a 1.600 m. de altura) y ante nuestro asombro a media mañana salió el Sol... No las teníamos todas con nosotros por lo que decidimos no arriesgar demasiado, acercándonos al Gornerschlucht, un camino a través de pasarelas de madera sobre la garganta que forma el río Gorner, situado a unos 15 minutos de Zermatt, desechando ya definitivamente la idea de acercarnos al Matterhorn.


Garganta del Gorner o Gornerschlucht.

La garganta del Gorner resultó ser un sitio bastante espectacular. Las pasarelas, ancladas en la roca sobre la garganta que forma el río, no son aptas para gente con vértigo, pero en cambio para los que no sufrimos de él, son una pasada, con una vista esplendida sobre los saltos de agua que forma el río.. En algún momento me recordó a la "Ruta del Cares", sobre todo la parte final en la que se cruza la garganta por un puente. Lamentablemente el tramo de pasarelas es muy corto, yo diría que poco más de 100 metros, así que en unos 30 minutos ya lo habíamos recorrido un par de veces y hecho decenas de fotos por lo que volvimos a Zermatt todavía de mañana. Puesto que el tiempo parecía estable, decidimos acercarnos a comer a Täsch, un pueblo a unos 6 km. de Zermatt (el último al que se puede acceder en coche y la última parada del tren que te trae a Zermatt).


El camino hasta Täsch transcurre paralelo a la vía del tren, a través de un paisaje típicamente alpino, junto a un río de montaña al que caen numerosas cascadas, primero recorriendo una zona de pastos y luego un poblado bosque, desde el que, en los claros, podíamos divisar las numerosas cumbres heladas que circundan el valle... esta última parte arbolada nos resguarneció en parte, ya que el tiempo volvió a cambiar y llovió con fuerza, mientras nosotros nos esforzábamos por llegar a Tásch sin calarnos demasiado.

 Täsch.

Täsch es un pueblo pequeñito, yo pensé que al estar tan cerca se parecería a Zermatt y estaría lleno de hoteles y apartamentos, pensando sobre todo en la temporada de esquí, pero me equivoqué, es cierto que el tiempo no acompañaba, aún así apenas vimos movimiento por las calles, no había bares ni restaurantes... me dio más la sensación de ser un pueblo residencial, pero de gente de allí, no de turistas, ya que los jardines y las casas, en cambio, si que se veían muy arreglados. 

Enanitos de jardín en Täsch.

Nuestra visita a Täsch consistió en estar resguardados bajo un tejado hasta que se abrió otra ventana de buen tiempo, momento en que aprovechamos para volver a Zermatt... la tarde la utilizamos para  tomar unas cervezas y pensar en lo que haríamos al día siguiente si las condiciones seguían igual... arriesgarse a ganar altitud o no arriesgarse!

Este es el track de la ruta Zermatt-Täsch-Zermatt en Wikiloc:  http://es.wikiloc.com/wikiloc/view.do?id=3338014 (Aprox. 14 km.).

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Gastos a tener en cuenta: 
- Gornerschlucht: 4,50 CHF.
- Tasas Zermatt: 2,10 CHF persona/noche.


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Relacionada:



Crónica de un viaje a los Alpes.

12 días: Chamonix, Zermatt e Interlaken.
Verano 2012.