viernes, 17 de abril de 2015

VII Carrera por Montaña Alto Sil (2015)

Cuando las variables de la ecuación previa a una carrera son escaso entrenamiento y ligero sobrepeso, el resultado final no suele distar mucho de sufrimiento, dolor y abandono. Y más cuando hablamos de una prueba como la Carrera por Montaña Alto Sil, en la que los 4.000 metros de desnivel acumulado, son una variable más a añadir a esta aciaga ecuación.

Cierto es que, aunque las matemáticas son una ciencia exacta, nuestro cuerpo y mente, no siempre se rigen por estos principios, y aunque la lógica me hubiese obligado a replantearme mi participación en esta carrera, mi sentido común sucumbió ante mis ganas de disfrutar corriendo por los bellos montes de Páramo y ante mis ganas de volver a sentir las gratas sensaciones percibidas al correr un trail de esta envergadura.


Como es habitual en Alto Sil, y a la espera de encontrar algún compañero más de viaje, compartí mis penas y alegrías con Andrés... no se quien es el que lía a quien, el caso es que año tras año, pese a ser una carrera que a los dos se nos queda grande, estamos puntuales como un clavo, a las 9 en la salida de Santa Cruz del Sil.

¡Qué diferente suena el despertador un día de semana, cuando toca ir al curro, y un Domingo, cuando lo que toca es disfrutar de la montaña! Pese a que suene de la misma forma y a la misma hora, como en esta ocasión, cuando a las 6:30 am, antes de que los gallos anunciasen el amanecer, me recordó que había que ponerse en pie... Andrés me recogió media hora después, poniendo rumbo a Santa Cruz.


Tras resolver las típicas dudas previas a la prueba: ¿Qué ropa llevo? ¿Iré muy abrigado? ¿Demasiado peso en la mochila? etc. nos plantamos en la salida con una consigna clara, puesto que los dos llegábamos muy justos, comenzaríamos al ralentí, sin arriesgar lo más mínimo y apurando al máximo para salvar los cierres de control de Páramo y Primout.


Entre otras cosas, esta prueba es única porque aunque mantiene la esencia de un recorrido reconocible, cada año incorpora alguna modificación que, por lo general aumenta su dureza. La primera sorpresa del día, fue nada más salir de Santa Cruz del Sil, cuando en lugar de subir a La Cañada por la pista de ediciones anteriores, subimos prácticamente "campo a través" entre los árboles, una buena forma de calentar las piernas ya de salida...



Para más inri, cuando habíamos pasado todas estas rampas iniciales, descubrimos que en algún momento habíamos perdido las llaves del coche, por lo que tocó dar marcha atrás, descolgándonos totalmente del grupo, sólo acompañados ya por los corredores escoba que cerraban la prueba. Increíblemente, las encontramos cientos de metros más atrás... pero tras este incidente, nos tocaría remar todavía más cuesta arriba, al menos hasta enganchar otra vez con el resto de corredores, algo que no hicimos hasta el tercer kilómetro de la prueba, justo antes de coronar La Cañada, primer escollo del día.






Metidos de nuevo en ritmo de carrera, afrontamos la segunda dificultad del día, un vertiginoso descenso por un cortafuegos, seguido de una "pared" a la que han bautizado como El muro, donde mis cuádriceps me recordaron el porque es necesario entrenar una prueba como ésta.




Anímicamente bastante hundido, con mi cabeza dándole vueltas a cuál sería mi meta en la carrera y pensando en como responderían mis piernas a lo largo de la carrera si ya estaban cargadas a esas alturas, descendimos hasta Páramo del Sil, por otro tramo inédito, primero a través de un cortafuegos, hasta alcanzar la altura del río, y luego por un bonito camino junto al río, siguiendo la "ruta de los molinos", a la que tocará volver más adelante para ilustrar con ella este blog.

En Páramo del Sil (km 9), primer avituallamiento sólido del día, comimos y bebimos bien, conscientes de que nos quedaba lo más duro: La subida a la Campona.

De Páramo salimos casi cerrando la prueba, algo que fue habitual a lo largo de toda la jornada...




La subida a la Campona de Páramo, punto más alto de la prueba a más de 1.600 metros de altitud, la hicimos con calma, conscientes de que un esfuerzo extra aquí nos "mataría" más adelante.




A diferencia de otros años, en esta edición no pisamos nieve hasta el kilómetro dieciséis, mitad de carrera, curiosamente en ese momento, también comenzó a nevar tímidamente, por lo que nuestro paso por la Campona no fue precisamente un "camino de rosas", entre el cansancio acumulado, la nieve y el viento... por lo que apenas paramos  en el avituallamiento de la cima.






Puesto que íbamos holgados respecto al tiempo de corte, el descenso a Primout lo hicimos sin arriesgar demasiado, disfrutando de las vistas hacia uno de los pueblos más bonitos del Bierzo.



En Primout, último avituallamiento fuerte de la carrera, descansamos y estiramos un poco, conscientes ya de que nos iríamos a unas 6 horas de carrera, sin duda, nuestra peor marca en la prueba. Curiosamente, yo a cada kilómetro que pasaba, mejor me iba encontrando, algo que contrastaba claramente con las sensaciones iniciales, cuando pensé que no terminaría la carrera.





Foto cogida del álbum CARRERA ALTO SIL 2015 de Oscar Rey 

Los cinco kilómetros que hay desde Primout hasta la Braña de Santa Cruz, donde comienza la subida al Pico Negro, suelen ser una lucha continua por mojarse lo mínimo posible, una lucha a la postre inútil, puesto que el río cubre la mayor parte del camino, eso sin contar que hay que cruzarlo justo al pasar el avituallamiento de la braña. Aún así ese tramo lo hicimos ágiles... incluso permitiéndonos el lujo de ir pasando gente! Jeje...





La subida al Pico Negro no es demasiado larga, ya que apenas supera el kilómetro, pero si muy intensa, puesto que en ese kilómetro de subida prácticamente se salvan 400 metros de desnivel. Además, las fuerzas ahí ya no están para muchas florituras...




Tras coronar Pico Negro llega el tramo que más nos suele costar en Alto Sil, aproximadamente seis infernales kilómetros de descenso a través de un bonito robledal, hasta llegar a la meta en Santa Cruz. Para más inri, este año nos desviaron de tal manera que tuvimos que volver a cruzar varios arroyos... ¡por si acaso no estábamos hartos de tanta agua ya!



Cruzamos la meta en Santa Cruz del Sil, tras 5h52'23'' de carrera, por delante de muy pocos corredores, pero con la satisfacción de haber completado una carrera que por mi entrenamiento previo se me quedaba muy muy grande, y en la que terminé mucho más entero de lo que me esperaba. En esta ocasión, el resultado de la ecuación que nombraba al principio de la entrada fue positivo, aunque no siempre será así...



Este es el track de la prueba, subido al portal Wikiloc: VII Carrera por Montaña Alto Sil (2015).

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Clasificaciones: VII Carrera por Montaña Alto Sil 2015
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2 comentarios:

  1. Enhorabuena Carlos,

    Conseguir acabar el Alto Sil con poco entrenamiento y algo de sobrepeso es misión muy complicada (te lo digo por experiencia propia) y tu lo has conseguido.

    Ha sido un placer conocerte y compartir contigo algunos kms en la subida a la Cañada. Espero que podamos coincidir en más pruebas a partir de este momento.

    Un saludo,

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    Respuestas
    1. Hola Rubén! El placer ha sido mutuo! Entre que ultimamente tengo algo abandonado el mundo del trail y que ahora vivo en Madrid, es más díficil que volvamos a coincidir en una prueba, no obstante, espero que así sea y volver a conversar contigo!

      Saludos!

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