miércoles, 9 de abril de 2014

Día primaveral en San Isidro

Uno siempre quiere más, pero sería egoísta quejarse de lo que estoy esquiando esta temporada, en la que probablemente he sumado tantos kilómetros de esquí, como en la suma de años anteriores...

En la Cordillera Cantábrica me faltaban dos estaciones por descubrir. Curiosamente, ninguna demasiado lejos de casa: Manzaneda y San Isidro. Manzaneda, viendo como vienen las predicciones del tiempo, me da que ya no la conoceré esta temporada; en cambio, en San Isidro disfruté de un gran día de esquí, con mucho Sol, calor y mucha nieve.


La historia se gestó mientras veía un partido de Champions con Edu... en algún momento hablamos de que este año él todavía no había tenido la fortuna de catar la nieve y a partir de ahí se empezó a liar todo... yo no trabajaba al día siguiente, él podía subir... las montañas estaban cargadas de nieve... la única duda era como estaría esa nieve, teniendo en cuenta que en Ponfe rondábamos los 20ºC, así todo, no lo dudamos mucho, tomamos la última cerveza cerca de la medianoche, quedando yo en pasar a recoger a Edu unas 7 horas después, rumbo a la estación más grande de la Cordillera Cantábrica: San Isidro.

Alquilamos el equipo de Edu en Puebla de Lillo, pensando en encontrar algo de más calidad que en la propia estación, pero viendo lo que nos dieron dudo mucho que acertásemos...

Sector Cebolledo
Comenzamos a esquiar sobre las 10 de la mañana, a 5ºC de temperatura, en una nieve que estaba bastante mejor de lo que nos esperábamos. De primeras fuimos hacia la zona de Requejines, donde estuvimos esquiando, prácticamente en solitario, hasta que el calor comenzó a trasformar demasiado la nieve.


Sector Requejines, foto desde pista Las Fuentes
Sector Requejines, foto desde pista Las Fuentes
Sector Requejines, foto desde pista Telesilla Requejines
Sobre las 11:30 la nieve era ya tan "primavera" que costaba dominarla, comenzando a ser peligroso el deslizarse por esas pistas, así que optamos por cambiar de zona, probando primero en el sector de Cebolledo, donde la nieve no estaba mucho mejor...


Sector Cebolledo, foto desde pista Gran Cañón
En cambio, en el otro sector: Riopinos, la nieve estaba muy bien, entre dura y primavera, justo en ese punto en que no está ni demasiado dura, ni demasiado trasformada ¡En un punto óptimo para disfrutarla!


Sector Riopinos, foto desde pista Vegarada Express
Sector Riopinos, foto desde pista Vegarada Express
La nieve se mantuvo esquiable hasta la hora de comer... pero según fue avanzando la mañana dejé de preocuparme de como estaba la nieve en las pistas, alejándome cada vez más de ellas, deslizando mis esquís por esa nieve primavera, que aunque todo el mundo la critique, lejos de las pistas, donde nadie la pisa, para mi solo es superada por esa nieve polvo tan difícil de encontrar en la Cordillera Cantábrica.


Sector Riopinos, foto desde "pista" Los Cazadores
Sector Cebolledo, foto desde "pista" La Collada
Aguantamos hasta las 2 de la tarde sin parar, pensando en que una vez que lo hiciésemos, ya no volveríamos a coger los esquís...

Para comer escogimos la cafetería que hay bajo el Pico Agujas (2.155 m). Allí disfrutamos de ese Sol que tan mal se lleva con la nieve, pero que tanto presta en esos momentos en los que uno deja de esquiar... Ninguno de los dos lo hablamos, pero se estaba tan en la gloria que creo que cuando cerramos los ojos, los dos echamos una pequeña cabezada, relajados, mientras alejábamos de nuestras mentes todo el estrés del día a día...




Costó desperezarse y volver a ponerse en acción, pero tras hacernos los remolones un tiempo, algo más de hora y media después volvimos a esquiar...


Sector Riopinos, foto fuera de las pistas
Sector Riopinos, foto fuera de las pistas
Pese a que en cada bajada nos repetíamos que sería la última, aguantamos un par de horas más, prácticamente hasta el cierre de la estación... la nieve estaba para disfrutarla y probablemente sería nuestro último día de esquí de la temporada, por lo que lo aprovechamos al máximo.


Sector Cebolledo, foto desde pista El Circo
Volvimos a Ponfe contentos, a pesar de las dudas iniciales, fue un gran día de esquí. No se si volveré a esquiar este año, pero como decía al principio de la entrada: "No me puedo quejar", esta ha sido una gran temporada.
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