Le tenía ganas a esta carrera... el año pasado no pude participar debido a mi lesión en el tendón por lo que este año, pese a no estar en forma, no me lo pensé a la hora de apuntarme.
Hice bien en no dudar, ya que es de esas pruebas que merecen la pena, bien organizada, buenos avituallamientos, y unos parajes realmente bonitos, en una zona del Bierzo que por mis raíces debería conocer muy bien pero que en cambio es desconocida para mi, todo ello combinando pistas con bonitas sendas y divertidos descensos, dotando a la prueba de un plus de dureza interesante, y más con la escasa base con la que llegué a la línea de salida en Cacabelos, tras los meses de verano en los que me alejo un poco del mundo del deporte.
Llegamos algo justos de tiempo, por lo que salimos prácticamente en cola de pelotón, aunque en principio iba con Gerardo, Godi y Javi, pronto vi que en esta ocasión no sería capaz de seguirles el ritmo, al principio pusimos un ritmo fuerte para intentar recuperar posiciones, pero en esas primeras rampas ya vi que mis piernas no iban así que me dejé ir, afrontaría la prueba en solitario, disfrutando del entorno y al ritmo que me marcase mi cuerpo.
La primera parte de la prueba, trascurre entre viñedos, donde en estas fechas la gente está vendimiando, es de agradecer que mucha de esta gente parase unos minutos su trabajo para darnos ánimos.
Palacio de Canedo, foto cogida del facebook de Marcos del Río. |
Hasta el Palacio de Canedo (km. 12) el recorrido es todo por pistas, en un continuo sube y baja sin demasiada dificultad. Es bueno coger fuerzas en este avituallamiento porque la subida que viene luego hasta el geodésico se las trae... por otro lado, cogimos la suficiente altura para ver casi todo el "Bierzo bajo".
Desde el geodésico viene la parte más divertida de la prueba, una bonita senda que baja hasta el pueblo de Espanillo, afortunadamente pasé por allí sin apenas "tráfico", por lo que pude disfrutar totalmente la bajada.
Al poco de pasar Espanillo llegó otra subida de infarto, en este caso por un senda, en la que tuve que poner pie a tierra, me imagino que en plena forma también me hubiese tocado hacerlo. Por fortuna, no era demasiado larga y pronto pude volver a pedalear, al volver a subir a la bici sufrí un amago de calambres y aunque pensé que volvería a sufrirlos a lo largo de la prueba, no volví a sentirlos... tampoco los eché de menos!!
Seguimos subiendo hasta llegar a las antiguas minas auríferas de La Leitosa, donde pasamos por un sendero realmente expectacular, junto al corte de la montaña, aún sin vértigo daba cierta angustia pasar por allí, a la vez que la adrenalina se disparaba convirtiendo este tramo, sin duda, en uno de los mejores de la prueba.
La Leitosa, foto cogida del facebook de Bici Zona Elite |
Desde La Leitosa, pese a ser mayormente terreno descendente, aún quedaban un par de repechos, donde acabé de confirmar que cuesta mover los kilos de más cogidos este veranos... en este tramo coincidí con Rebeca, que venia cuarta en la general femenina y a la que tampoco pude seguirle el ritmo... llegé a la meta en Cacabelos en 3h53'35'' en un modesto puesto 147 sobre 319 finalistas.
Meta |
Tras la carrera, tocó tomar unos vinos por Cacabelos, uno de esos sitios donde siempre presta hacer una ronda, y comer rápido la paella que entraba en la inscripción, no pudiendo disfrutar a tope del buen rollo de este tipo de comidas, puesto que la Deportiva jugaba en casa y a las cinco había que estar en El Toralín.
Lo dicho, una prueba para poner fija en el calendario.
Este es el track de la ruta en wikiloc: II Trepaviñas (2013)
No hay comentarios:
Publicar un comentario